
A la hora del aperitivo, cuando el tráfico urbano suele ser más intenso, un paradigmático ejemplar de capra hispánica hace su aparición en el cruce de Callao y Granvia, frente a la boca del metro: sucesivamente lo vemos en el stand de bonetería de Galerías Preciados, de visita en diferentes museos e iglesias, dar una charla sobre «Ortega y la Caza», en los salones del ateneo, brindar con una copa de vino español en Chicote, departir de oligarquía clasista en el Pelayo y de verbo plurimembre en el Gijón; sin olvidar la obligada visita al palacio de las Cortes, en la tribuna de invitados de honor, mientras vuestros egregios designados por el tercio familiar y la más alta y próvida inspiración divina discuten interminablemente la enmienda quinta de la ley de alcantarillado de Quintanar de la Orden con tropos y metáforas dignos de literarias justas, de competitiva, reñidísima Flor Natural.
No obstante la presencia de numerosos periodistas y fotógrafos y el amable concurso de los cameramen y populares reporteros de televisión sus idas y venidas choican con la opaca indiferencia de la muy urbana, anónima, mass-media multitud: vestida de paño catalán, encuadernada en ante mallorquín, con elegantes mocasines de trovadoresca línea italiana: flamante, impecable, endomingada, agrupada bajo el común denominador de una radical y estrepitosa novedad: nuevos burqueses, nuevos aristócratas, nuevos horteras, nuevos empleados: nuevos funcionarios, nuevos curas, nuevos dueños, nuevos señores de la novísima, reluciente situación: desarrollo industrial, sociedad de consumo!: herrumbosos cementerios de coches!: veladas electro-domesticas frente al recién adquirido televisor!: en la plana y solemne posesión de su nuevo estatus: amaestrando Seats, señoreando Dodges, domesticando Wolskwagens, sometiendo al imperio de la rectilínea voluntad hispana el cuadro de mandos del Citröen último medelo: encrestados siempre en la voluble ola, resueltamente IN: Carnaby Street, corbatas Pierree Cardin, gorros y sombreros Bonnie and Clyde: pensando en self-made-man sí, pero con el inconfundible acento de chuleta de Madrid.
decidididamente la situación no puede prolongarse: los técnicos mejorarán las estructuras: nuestra vocación es europea y la encíclica nos indica el camino: dialoguemos mezzo voce para instruir al pueblo: los ordenadores eliminarán con sus cálculos las aparentes contradicciones de clase
mientras la capra hispánica se aleja melancólicamnete del centro comercial y zonas residenciales hacia el extrarradio común y más vasto: acatando encílicias disposiciones de tráfico por aceras y pasos de peatones, burladeros e ínsulas: en medio de las diligentes masas laboriosas materialmente cobijadas por las alas de clueca de vuestro castizo sondicato vertical: sistema sabio y previsor, armonioso, flexible!: bálsamo de seculares injusticias históricas, defensor eficaz del obrero mismo: tan proclive, ay! a la demagogia plebeya, al canto de sirena de las propagandas extremistas: trazando con ecuanimidad y mesura el ámbito de la hispana convivencia, de acuerdo con vuestras tradiciones centenarias y vuestra sólida nervadura espiritual: política de un filósofo y sistema cuyos resultados saltan a la vista: viviendas protegidas, automóviles a plazos!: proezas europeas de Di Stéfano, hazañas inmortales del Cordobés!: por los macizos bloques de cemento repetidos , exactos que inacabadamente se suceden sobre las ruinas de las antiguas chabolas de caña y latón: hasta el desacampado desierto y calvo, orilla de un mar petrificado, ancho y ajeno como el mundo: Meseta, llanura horizontal, áspera y recia Castilla! paisaje cenobítico de coloración austera: amplio, severo, grave, reposado: solemnes encinares henchidos de silencio, rocas enhiestas, desnudas: aliento de eternidad, sed del espíritu, ardor seco del alma íbera!: sustraída del febril panorama urbano, la capra hispánica respira de quietud y alivio el límpido aire serrano, ensancha sus oprimidos pulmones: conciencia agraria, descansa vida fuera del mundanal ruido!: apacible, mansueta busca las madroñeras agrestes, las jaras perfumadas y humildes: sus pasos la conducen, por senderos y trochas, a las primeras estribaciones del monte: allí encaramada en un pintoresco mogote, pace la fresca hierba menuda, bebe el agua purísima de su arroyo: en la ermita de las Arenas de San Pedro, donde los monjes dan la sopa boba a los viadantes, se restaura en compañía de su complementario mentor el carpeto: y juntos emprenden, tras venturosa siesta, la dura y difícil ascensión: de peña en peña, de berrueco en berrueco: cuesta arriba, por entrañables paisajes de aire teresiano, hasta las perentes alturas de silencio y libertad: romance en Gredos entre los pastores y las maritornes!: serena música de cascadas, quebradas fragosas, ansias atávicas de inmortalidad!
Este es un extracto de Reivindicaciones del conde Don Julián, de Juan Goytisolo, publicada en 1970 en México por la editorial Joaquín Mortiz. Esta obra fue prohibida en España por antipatriota y obscena. Este extracto fue publicado en el número 31-32 de la revista Cuadernos de ruedo ibérico en 1971.