El mito de Julian Assange luchaba por no convertirse en trofeo de caza para sus perseguidores. El jueves 11 de abril de 2019 la policía metropolitana de Londres lo ha capturado, una vez que el gobierno de Ecuador, encabezado por un señor de nombre Lenin, decidió retirarle el asilo diplomático que tenía desde 2012. En estos siete largos años que Julian Assange ha pasado recluido, el mundo ha asistido a la brecha casi distópica entre poderosos conglomerados, estados y la ciudadanía global. Los miles de cables filtrados por WikiLeaks advertían de ello. Eran una trasposición del aforismo de Stendhal, según el cual detrás de cada alto cargo político, militar o financiero en Occidente se esconde uno o muchos crímenes. Nuevos actores y gigantes se han sumado al gran hermano global al servicio del poder: Facebook, Google… La captura de Assange pone de manera paradójica otra vez al fundador de WikiLeaks en el centro de una realidad que había dejado de ser noticia. El zorro puede que acuse a sus captores entre rejas.
En buena parte del planeta aún humean los cráteres de las guerras emprendidas por los objetivos más viles como evidenciaron los cables de Wikileaks. Millones de muertos, heridos, exiliados después, el mundo pestañea ante presidentes como Obama que cambiaron las palabras de paloma por hechos de halcón mundial.
Sobre Julian Assange pende una posible orden de extradición a Estados Unidos, con la que su gobierno ha amenazado a lo largo de estos años. Aunque la originaria acusación provenía de Suecia por abuso sexual, retirada dos años después. La decisión del gobierno ecuatoriano de retirar el asilo diplomático a Assange se fundamenta en «violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia», según el presidente ecuatoriano Lenin Moreno.
En abril de 2010, WikiLeaks emitió al mundo entero las imágenes que mostraban a soldados estadounidenses disparando y matando a 18 civiles desde un helicóptero en Irak. Assange sería detenido ese mismo año en el Reino Unido tras emitir Suecia una orden de detención internacional. Se trataba de violación y acoso a dos mujeres en agosto de 2010, durante una visita que Assange hizo a Estocolmo para dar una charla. Assange siempre mantuvo que ambos encuentros fueron consentidos. Dos años más tarde se retirarían los cargos. En julio y octubre de 2010, WikiLeaks publicó documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre las guerras de Irak y Afganistán.
La retirada del asilo a Assange coincide con las declaraciones que la fiscal sueca ha hecho a la BBC. El caso cerrado de Assange en Suecia podría abrirse de nuevo «antes de que prescriba la acusación de violación contra él, lo que sucederá en agosto de 2020». El temor de Assange ha sido que desde Suecia pueda ser deportado a EEUU.