En una operación sin precedentes, la guardia civil y el juez Velasco, tirando de los hilillos – como diría el señor Rajoy – ha enviado a prisión a lo que parece ser un comando bien nutrido de una organización bien armada. El hilillo de plastilina del que ha tirado el juez es el zulo que en Suiza ha encontrado su señoría propiedad del ilustre Francisco Granados. El juez mira por aquí y allá delitos de lesa pólvora: blanqueo de dinero, falsificación de documentos, cohecho, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de caudales públicos y organización criminal. En resumen, gestión municipal pura y dura. Además del ilustre Granados, han sido detenidos cuatro alcaldes del PP – Valdemoro (José Carlos Boza), Torrejón de Velasco (Gonzalo Cubas), Casarrubuelos (David Rodríguez Sanz) y Collado Villalba (Agustín Juárez)- ; uno del PSOE – Parla (José María Fraile) al que mtodo el mundillo espera ver qué parla-; y uno muy independiente él, el del partido independiente Unión Democrática Madrileña, UDMA, del municipio de Serranillos de Valle (Antonio Sánchez Fernández). Entre los implicados hay también un exalcalde, el del municipio de Cartagena (Murcia) entre 1991 y 1995, José Antonio Alonso Conesa, del PSOE. El hilillo llega hasta el concejal de Hacienda de Valdemoro Javier Hernández, el cargo de confianza de la concejalía de Obras Públicas, Sostenibilidad y Servicios a la Comunidad del Ayuntamiento de Parla, Avelino Pérez, y el secretario técnico del Instituto de Turismo de la región de Murcia, Jesús Norberto Galindo.
El gobierno tiritando
De calor. El gabinete de gobernación ha puesto en marcha una partida presupuestaria – con billetes de 50 euros – para constituir unas Gestoras Pro Amnistía. «Si la ETA pudo, no seremos menos nosotros». Moragas ya ha enviado miles de twits: «Paco, vuelva a casa por navidad», solidaridad con Francisco Granados.
Una parte del Estado contra otra
A la italiana como hace veinte años, parace que va a ser una parte del Estado, la judicatura, la que trate de salvar la propia legitimidad estatal. El método de la escoba coloca la basura en otro sitio. Consistiría en desplazar al organigrama político infectado y reemplazarlo por otro nuevo. El movimiento judicial en España, a diferencia de Italia, pasará a llamarse Manos Impías. La irrupción de lava que es Podemos acelera las prisas: mejor hacer un cambio controlado ahora que no con un partido nuevo aún no controlado – y que tras las elecciones generales puede tener jueces afectos en el Consejo General del Poder Judicial-. Se sabrá si el Granado da granadas.