Hoy, al salir a la calle con una sonrisa estereotipada, he recibido la llamada de un destello blanco en la ranura oscura del buzón. Hoy hay resplandores vivos, ráfagas de luz que hacen vislumbrar las alas blancas de una paloma transfigurada en carta, con la pretensión de alguna alegría desconocida enjaulada. Abro el buzón. Volvemos