El mando de la Ertzaintza que reclamaba 250.000 euros a dos periodistas y a la abogada de la familia de un joven muerto por un disparo de un agente a sus órdenes, no podrá ver esa cuantía ni «resarcida» su imagen. La jueza al frente del juzgado número 13 de Bilbao ha desestimado su demanda. Salva a los periodistas a los que el mando denunció por hacer públicas sus órdenes en la noche en que el joven iñigo Cabacas cayo abatido por los disparos de los policías. Pero la jueza exonera al mando en esta sentencia provisional. Asegura que las órdenes de atacar la taberna donde se encontraba el joven Iñigo Cabacas fueron posteriores a los disparos que acabaron con su vida. En el País Vasco ocurren estas cosas: la policía sale exculpada aún cuando no se la juzgue. El juicio por el homicidio del joven Cabacas aún no se ha celebrado.
Los periodistas Iñigo Soto e Iñaki Iriondo, responsables del diario Gara y del portal digital Naiz.info procedieron diligentemente y en ejercicio de la libertad de información al hacer públicas las comunicaciones de la policía vasca la noche del 5 de marzo de 2012 en las que el agente 1336 ordena «entrar con todo» en la taberna donde unos jóvenes celebraban la victoria del Athletic de Bilbao. La jueza desestima la acusación del agente 1336, I.L.A. a los periodistas. También exonera a la abogada de la familia del joven Cabacas, Jone Goirizelaia, a la que el agente 1336 acusaba de haber filtrado su identidad. La jueza da probado que la abogada no filtró su nobre ni procedió de manera injuriosa contra el agente 1336 en escritos o delcaraciones recogidos por los medios de comunicación.
Según publica el portal Naiz.info, la jueza recoge la sentencia, «el hecho de ostentar el actor en aquel momento el puesto de mando le convertía en una persona de proyección pública, como funcionario público que desempeñó una labor de dirección y control del dispositivo policial que causó la muerte de un ciudadano».
Es esta aseveración de la jueza lo más llamativo de la sentencia. La magistrada sostiene que hay un auto judicial que ya determina que el pelotazo que acabó con la vida de Iñigo Cabacas fue unos minutos anterior a la orden del agente 1336 de «entrar con todo». La paradoja asoma a última hora. El agente 1336 no se sentará en el banquillo de los acusados en el juicio por el homicidio de Iñigo Cabacas liceranzu cuando este tenga lugar.