El diario Egin fue cerrado por orden del juez Baltasar Garzón en 1998. El juez aducía que el diario formaba parte de la organización armada ETA. Con el cierre, todos los trabajadores y periodistas perdieron su empleo, un diario dejó de publicarse y la imprenta como las oficinas del periódico pasaron a la «tutela» del estado. Años después el Tribunal Supremo de España exhoneraba de cualquier complicidad al diario. E implicitamente admitía la ilegalidad del cierre. Para entonces la rotativa y los bienes del diario no valían absolutamente nada. Mucho antes, a poco del arbitrario cierrre de Egin, se constituyó mediante suscripción popular el diario Gara, sin vinculación empresarial con Egin. En 2003, el juez Garzón otorgó quince días a la empresa editora de Gara para que pagara 4,7 millones de euros por las deudas contraídas por Egin. Desde ese año de 2003 la Seguridad Social reclama a Gara solventar una deuda de la que el diario es ajeno a todas luces. Los caminos para los protagonistas de esta historia han sido dispares desde entonces. Gara cumple este año su veinte aniversario. Garzón fue condenado por prevaricación y no volverá a ejercer como juez. El director de Gara, Iñigo Soto adelantaba ayer que el convenio con la Seguridad Social les obligará a hacer pagos de medio millón de euros cada seis meses durante los próximos años. “Al final del convenio de los acreedores el montante será superior a los 3 millones. Es más dinero que la masa salarial completa de todo un año, es decir, los sueldos de todos nuestros trabajadores y trabajadoras”.
Tras denunciar este “expolio”, el responsable de Gara ha anunciado “un periodo de interlocución con instituciones, partidos y sociedad civil”. Asimismo, se realizará “una reflexión interna” para valorar “cómo hacer frente a este golpe”. Desde nuestra fundación no hemos pedido más apoyo económico. Ahora abriremos mecanismos para encaminar un apoyo eficaz y articular la solidaridad ante este ataque. Siempre hemos dicho que nuestro compromiso es con el pueblo vasco y con los lectores y lectoras. Hoy les decimos que vamos a seguir peleando por ofrecerles un periodismo político, independiente y profesional”, afirmó. Diferentes periodistas de todas las latitudes se han prestado a firmar un manifiesto en apoyo al diario Gara.
“El pago de la deuda de ‘Egin’ es absolutamente injusto. La justicia española lo cerró ilegalmente, encarceló a sus responsables durante una barbaridad de tiempo en condiciones terribles, luego arruinó su patrimonio y decidió venir a por nosotros. Pese a tener un capital nuevo logrado con la aportación de miles de personas, un equipo nuevo y un proyecto nuevo, nos aplicaron una ‘sucesión ideológica de empresas’ y nos endosaron la deuda”, denuncia Soto.