
“Escribo desde lo que no entiendo”, dice JFS en el último verso del primer poema del segundo apartado de su libro, capitulado por todas las letras del alfabeto. Sin embargo, leyendo su amalgama de prosa y poesía que lo compone, se promulga el poder de rebatir esta afirmación o, si acaso, su escritura describe una órbita visible que hace entender el significado de lo expuesto cuando se llega al final de esta Enciclopedia del fracaso, título muy parecido a La tentación del fracaso, del peruano Julio Ramón Ribeyro. Y como hay más, uno piensa que es el relato lo que convierte en verdad, en medida y peso de vida el tratamiento de reflexiones, dúctiles o contundentes, que abren y dejan entrar aire en todo lo que se oxida rápidamente.
Hay también, sobre todo, una sucesión de nombres de escritores que escriben a JFS, que se ordenan en inventario comunicativo dirigido hacia una ofrenda que si permite que algo exista es para escribirlo. Autores de todo tiempo y lugar van apareciendo en la concordancia entre una realidad objetiva y la vinculada con la subjetiva e interior. Así tenemos asuntos y motivos con arreglo a los cuales se desarrolla la totalidad de la obra, desde lo muy personal como Conspiración y Tanatorio, hasta la denuncia de las prácticas de grandes empresas en Hugo Boss, Adorno y los demás; desde ese estudio del comportamiento y nuestras relaciones con el medio ambiente, que es Coltan y Uranio, hasta el principio y regla que regula el comportamiento de las clases sociales, como es Los pobres (y los ricos); y esa enumeración de casos particulares y previsibles, esa falsa movilidad que imprime la agitada y acelerada vida urbana y los frenéticos y ruidosos rítmos de la civilización, que se nos endosa desde los think tank del pensamiento, en Quedarse quietos. JFS hace historia e intrahistoria en sus poemas y textos de la herida, de la ambición, de la broma, en Borges, gozos y sombras, semblanza pequeña de una historia de la literatura con alguno de sus autores.
Porque insiste en el laberinto de nuestra sociedad, por el que damos vueltas y solo encontramos aporías. Porque él mismo se arroja dardos, disputa y debate con su mismidad. Porque entiende el prosaísmo no como defecto de la obra poética, sino como alejamiento de la idealidad o elevación, Enciclopedia del fracaso es una obra grande y escarpada, es una enciclopedia de autores y la resignificación de ellos, que vuelven a impulsar causas y efectos. Es como si todo lo que a los románticos les hacía elevarse, todo lo que parecía sublime, él lo vuelve prosaico. Creo que esto es lo que hace JFS con su centón de expresiones ajenas: nos convierte en nosotros, en otros, en un proceso de expansión que, no obstante, hace concentrarse a quien los nombra, a quien lee a este autor bilbaíno que respira el aire de Beckett y fracasa otra vez mejor.
Enciclopedia del fracaso. José Fernández de la Sota. Editorial Gallo de oro, 2020.