Franz Kafka desarrolla en su novela El Castillo el delirio de la alineación y la burocracia. K. el protagonista, ha llegado a un pueblo cuya autoridad reside en un inaccesible castillo de cuyos muros ha salido para él un trabajo que ignora. K. se sume en una desesperante relación de irracionalidad con la burocracia y la jerarquía. Doña C. I. S. V. vecina del barrio Chávarri, en el municipio de Sestao, Bizkaia, no ha leído nunca a Kafka. Pero se convirtió en K. el 8 de agosto de 2024. Ese día recibió una carta. Contenía el decreto del VI teniente alcalde de Sestao, cuyo nombre no figura, aunque la sufriente sospecha pudiera ser Don David Sánchez y el secretario todopoderoso, que tampoco se cita. El decreto es del 24 de julio de 2024. Lleva el expediente 2024-07612. El VI teniente alcalde da curso con rauda pompa a la solicitud que Doña C.I.S.V hizo el 4 de enero de 2024 para enterrar a su prima Doña Isabel Suárez Alonso en el panteón 1… de Sestao, titularidad de la familia Suárez desde los años 30. El teniente alcalde VI procede, siete meses y veinte días después, a conceder permiso. Pero su decreto conjunta la transustanciación para los creyentes, y la teleportación cuántica para los escépticos, según la cual dos partículas pueden estar en dos lugares diferentes. El teniente alcalde VI dicta permiso y orden a los enterradores para inhumar a Doña Isabel Sánchez Alonso. Hay al menos dos Isabel Sánchez Alonso viviendo en Madrid. A ninguna de ellas, el decreto del teniente alcalde de Sestao deberá hacerles mucho entusiasmo. El edicto establece que contra su resolución, los que se consideren afectados pueden cursar recurso contencioso administrativo.
La prima de la difunta Isabel Suárez Alonso, enterrada el 5 de enero de 2024, y los hijos de esta leyeron el edicto como una epifanía del apocalipsis burocrático. Los enterradores de Sestao tienen mediante el decreto del teniente alcalde VI, la orden de inhumar a Isabel Sánchez Alonso – nada dice de su consentimiento – rezando así el decreto 2024-07612:
“CUARTO: Dar traslado el presente decreto a la persona interesada, así como a los Sres. Enterradores del cementerio Municipal, quienes deberán notificar a la sección Hacienda y Patrimonio del Ayuntamiento los datos identificativos del lugar del Cementerio donde se realice la precitada inhumación en un plazo no superior al de un mes a contar desde la fecha de inhumación”.
Un hijo de la enterrada Isabel Suárez Alonso avanza que pedirá al teniente alcalde VI una petición de subsanación. “Más que nada”, dice, “para que los enterradores no procedan sobre las Isabel Sánchez Alonso que pudieran estar vivas y no deseen ser enterradas, a no ser que así sea su voluntad, cosa que es de dudar, aunque quién sabe”.
Quedan 30 días, ya 29 para que el edicto del teniente alcalde sea cumplido. ¿Puede ser Sestao, y más en concreto su ayuntamiento, el nuevo Castillo de Kafka, ahora que se celebra el 100 aniversario de su enterramiento? ¿O una secuela del antiguo Egipto en su margen izquierda donde se inhumaban a personas aún vivas? ¿Pueden ser la alcaldesa, Ainhoa Basabe, y su fiel pretor VI, Don David Sánchez, además del sumo secretario, los modernos y kafkianos sacerdotes?
Si usted conoce a alguna Isabel Sánchez Alonso, dígale algo. Pende sobre ella un decreto. Tiene 29 días.