Tal como la define la prensa liberal en España, esta puede parecer una denuncia más contra una editorial más. El delito es publicar lo que no publica desde hace décadas la prensa. Esto es lo que afortunadamente viene sucediendo en España: el buen periodismo lo llevan a cabo editoriales kamikazes, corsarios ante la modorra contemporánea de la censura y la corrección a partes iguales. La editorial es Libros del K.O. Junto a ella el acusado es un reportero, Nacho Carretero, autor del libro-reportaje Fariña, y el acusador es Alfredo Bea Gondar, alcalde de O Grove, Pontevedra en los años 80, sentenciado el siglo pasado por blanqueo de capitales provenientes del narcotráfico.Fariña aborda, relata, desgrana, la Sicilia que fue Galicia en los años 80 y 90. El 80% de la cocaína que circulaba por Europa había entrado por las costas gallegas. La urdimbre política y narco se extendía en la inmensidad narcótica gallega. Una juez, Alejandra Fontana, del Juzgado de Instrucción número 7 de Collado Villalba, Madrid, ha estimado la solicitud de Alfredo Bea Gondar decretando el secuestro de todos los ejemplares de la última edición de 10.000 libros. Fariña será retirado de las librerías si el ex alcalde deposita 10.000 euros y la editorial no recurre la orden de la juez.
El nombre del alcalde de O Grove aparece citado dos veces en el libro Fariña.Y lo cierto es que las dos alusiones a su persona están publicadas desde hace décadas en las hemerotetacas de los principales periódicos del país.El diario ABC relataba los motivos de la primera detención de Bea Gondar en su página 93 del domingo 16 de junio de 1991:
«Conmoción en la comarca de Arosa por el arresto del alcalde electo de El Grove (…) La captura de Bea Gondar ha sido posible merced al seguimiento de un distribuidor de cocaína que previamente había viajado a Pontevedra para recoger un cargamento de 12 kilos De cocaína. El gobernador civil, que ayer ofreció la versión oficial de los hechos, señaló que la única prueba contundente que vincula de forma directa a Bea Gondar con el narcotráfico ha sido el contrato de alquiler del vehículo en el que se halló la droga. Alfredo Bea Gondar alquiló personalmente un Fiat uno matrícula PO-8843-AJ, en una empresa del municipio de Poyo. La Presencia de este automóvil en Madrid alertó a la Policía, que hizo un seguimento del coche desde Madrid hasta Pontevedra Y regreso, si bien se perdió su pista al llegar a Galicia. Más tarde volvieron a localizar el vehículo, deteniendo a su conductor a las once de la noche del pasado jueves en Madrid. El ocupante del turismo resultó ser el colombiano Alejandro Sierra, a quien requisaron en el Fiat unos 12 kilos de cocaína y en su domicilio otros 18, completándose así los 30 kilos de que se hablaba en un principio».
Y añadía más el diario ABC:
«Tampoco supo concretar el gobernador el nivel jerárquico que podría tener Bea Gonda dentro del cártel, aunque aseguró que estaba «muy bien relacionado» con algunos importantes «capos». De este modo conectó Jorge Parada con los frecuentes viajes y la etapa en que Bea Gondar residió en diversos países latinoamericanos, principalmente en Colombia, Argentina y Brasil. A juicio del gobernador, ha sido el rápido enriquecimiento del ex alcalde grovense lo que alertó a las autoridades judiciales y policiales».
Y esto es lo que Nacho Carretero escribe en el libro reportaje Fariña sobre Bea Gondar:
«Según contó años después, «O Piturro» entregó los 300 kilos que se habían salvado a «tres fulanos que no eran gallegos». Metieron la carga en un coche (33) y se largaron de allí. Dónde iban ya no era asunto suyo; él no coordinaba la operación, era solo el transportista. Los cerebros del alijo eran Manuel Carballo y Pablo Vioque, el abogado afiliado al PP que mutó en narcotraficante.»
La cita 33 de pie de página aclara:
«El coche, tal y como descubriría la investigación años después, estaba a nombre de Alfredo Bea Gondar: alcalde de O Grove, afiliado al PP (otro más) y procesado en 2011 por un alijo de dos toneladas de cocaína».
la segunda cita a Bea Gondar es la siguiente:
«Aquel junio de 1991 Orbaiz Picos se ofreció al cartel de Cali para traer 2000 kilos de cocaína. Lo hizo a través de Alfredo Bea Gondar, alcalde de O Grove por AP en 1983 y 1991 (este último año ganó con mayoría absoluta, después de haber sido acusado de narcotráfico, aunque duró dos días en el cargo), quien aceptó la propuesta y se puso en contacto con Manuel González Crujeiras «o Carallán», al que ya conocemos de su época como colaborador de «Sito Miñanco». Diez años más tarde, en 2001, Garzón los procesó a todos».
La demanda que puso el ex alcalde de O Grove contra Carretero y Libros del K.O. hace dos años no llevaba incluída la retirada de su nombre de todos los fondos documentales de los periódicos como ABC que son públicos, como se ve, a día de hoy en la red. Aspecto que no parece llamarle la atención a la jueza que va a dar vía libre al secuestro del libro. La fianza puesta al demandante por la magistrada – 10.000 euros – para el secuestro del libro es casi gratuita. El coste por libro editado me atrevo a cifralo en torno a los 3 euros, por los que los 10.000 ejemplares editados por la editorial le han supuesto un desembolso tres veces mayor a la fianza. La jueza zarandea dos veces en el mismo auto a la editorial: le cerca el derecho a la publicación y le causa dolo económico con el secuestro del libro. Por contra satisface los intereses cada vez más claros del ex alcalde por cuanto no ha procedido a incoar denuncia más que contra la modesta editorial.
Los medios y las editoriales donde aún se practica o pretendemos hacer periodismo hemos de asumir las cortapisas que el poder y sus actores de toda ralea ponen contra la información, contra cualquier tipo y forma de información. La palabra desnuda el manto de falsa apariencia que el poder cubre a todas las cosas. Lo que ya resulta una batalla suicida es que a la guerra del desvelo se sume de parte la judicatura. En vez de consagrarse a la salvaguardia del artículo 20 de la carta magna, el que defiende como elemental la libertad de información veraz y de expresión, el auto de la jueza abre la espita un auto de fe contra el mismo principio elemental.
Las huestes del ordamiento me recurrirán que el artículo 20 también delimita el derecho a la información frente al honor de las personas y los menores. Falso. Las delimitaciones del artículo 20 son no contra las informaciones veraces de relevancia pública, sino contra las incursiones en la necesaria privacidad y honor de cualquier persona. Compàrense con las dos citas que el reportero Nacho Carretero hace en Fariña sobre el alcalde, personaje público donde los haya, Alfredo Bea Gondar. El gobierno de España estaría encantado de que el auto de la jueza Alejandra Fontana, del Juzgado de Instrucción número 7 de Collado Villalba, fructificara en la eliminación de una vez por todas del maldito derecho a la pulbicación y expresión. España ya viaja a buena velocidad por el carril de su más abyecto pasado sin pararse en estación alguna. Así que el percance de la editorial Libros del K.O. es mucho más significativo e importante.