«Pido perdón ante el pueblo grigo por haber participado en esta ilusión» proclama Manólis Glézos de 92 años, referente en la izquierda griega y héroe de la resistencia griega durante la segunda gran guerra europea. El diagnóstico del anciano militante (1) se dirige a la línea de flotación de la embarcación Syriza: «Sustituir el nombre de la «Troika» por el de»instituciones», el de «memorándum» por «acuerdo», y el de «créditos» por el de «asociados» (…) no cambia nada la situación anterior. La hoguera de esperanza que ofrecía Syriza parece haberse reducido a las cenizas semánticas de su propio discurso. El ejecutivo griego liderado por Tsipras ha regresado De Bruselas con un nuevo plan de austeridad el 20 de febrero. Calificado como «histórico» por el ministro de Finanzas Varoufakis, la epopeya se presentó al pueblo griego como «autor de las reformas y su destino». Sin embargo, el jefe de gobierno griego obtuvo en Bruselas el permiso de modificar la lista de reformas a efectuar en su país, a condición de preservar el «equlibrio de finanzas públicas». Traducción: se efectuarán las reformas que no cuesten un céntimo de euro.
En el seno de Syriza cohabitan los creyentes en el reformismo institucional y una pléyade de movimientos proclives a la trangresión horizontal y autogestionaria frente a las instituciones. Al mes escaso de la llegada de Syriza al poder, las dos tendencias no pueden encontrarse ante semejante crisis. Tal como admite Theodoros Karyotis (1), sociólogo y activista, están claras las «limitaciones de este ideario». Un plan de tipo Keynes en pos de un crecimiento económico es una posibilidad descartada: ni hay dinero maná, ni tal maná da empleo. En el seno de Syriza surge un debate acerca de cómo sortear la situación. Los movimientos de base proponen la Prosperidad sin crecimiento, partiendo de la premisa de que el crecimiento económico es incompatible con el bienestar social y la sostenibilidad medioambiental. Abogan por una renta universal, nuevos regímenes de gestión de los bienes comunes o un marco legal que permita la recuperación de empresas como la Vio.me de Tesalónika.
Karyotis asegura que «el nuevo gobierno ha vuelto de Bruselas con un nuevo plan de austeridad que complicará muchísimo la puesta en marcha de su plan de salvación social anunciado en la campaña electoral». El sueño de Syriza
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(1) Le Canard Enchainé 25/02/15. Acropolitis Adieu.
(2) Theodoros Karyotis, Syriza y los movimientos. Diagonal, 5/03/15.
No deja de ser curioso que los de Podemos se estén moviendo mucho para conseguir un espacio político, pero Ciudadanos no se está moviendo tanto y desde los medios de comunicación se les vende ya como la alternativa al PP, PSOE y Podemos, ¿por qué los medios hacen esto y quién está tras los medios y apoya a Ciudadanos?.
A ver…, la idea es…, 1º Ciudadanos absorbe a UPyD, 2º Ciudadanos se coaliga o absorbe o es absorbido por el PP, y ya está.
De nuevo la derecha unificada en España, conservan sus privilegios, nada cambia y a seguir sangrando al país, esto no es mas que una operación de libro.