Superadas ya las ideologías unificadoras, las ideas-maestra, las visiones del mundo tranquilizadoras, en el universo fragmentado que nos han dejado, los partidos políticos tratan de recoger algunas sobras para sobrevivir y reclutar nuevos creyentes.
Escasos de ideas y de ideales «mientras que el debate político se vierte cada vez más en un fantasma de los medios de comunicación», los partidos exigen a sus fieles intelectuales algún concepto para llenar un vacío cada vez más preocupante.¡Mi reino por un concepto! Aunque solo sea un concepto. Mucho mejor si es misterioso en su vacuidad, mucho mejor si es irracional y escurridizo, como las famosas «convergencias» del pasado, los «equilibrios» y los «compromisos»… ¡qué bellos tiempos!
Bellos tiempos de conceptualidad disfrazada de conceptos que, sin embargo, actuaban como si tuvieran la fuerza de un concepto, permitían adueñarse del conjunto del aparato del partido, y conservaban la imprescindible fascinación que los conceptos, incluso cuando no significan nada, ejercen sobre las masas.
Rafaelle La Capria. La mosca en la botella. Elogio del sentido común. Ediciones El Salmón, junio de 2019. Escrito en 1996.
La fotografía muestra al líder del partido Unidas Podemos, Pablo iglesias y la colider y pareja, Irene Montero, emocionados tras refrendar el Congreso español la constutución de un gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, en el que ambos serán ministros. El gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, liderado por Pedro Sánchez es llamado «de progreso».