Despertad. Despertad. No sé si serán las nuevas tecnologías o el calor. Los vagones del metro y los asientos de los autobuses van llenos de bustos inmóviles tecleando pantallas táctiles pequeñas, grandes y ultramodernas. Giramos, cargamos, actualizamos y cambiamos de App. Despegamos la mirada el instante que la pantalla nos dice: cargando. No sentimos lo que nos pasa alrededor. No vivimos.
Abren las puertas del metro, pasa un joven contando su desafortunada vida y está pidiendo dinero. Quitamos un instante el ojo de la pantalla (el tiempo suficiente como para poner en acción la cámara), fotografiamos al joven, le ponemos un filtro bonito en Instagram. Dudamos entre uno de grano u otro vintage para dar una mayor sensación a la foto. Lo llenamos de hashtags tipo #realidad #crudeza #pobreza o #nohayderecho. Finalmente hacemos clic y publicamos. Lo vinculamos a las demás redes para que todos sepan donde estamos, lo integrados y lo comprometidos que somos con la situación actual. No le hemos dado ni veinte céntimos, realmente no sabemos que ha dicho, suponemos que ha pedido dinero porque ha hablado en alto. ¿No? Maldita locura.
¿Por qué he de contarlo todo mediante tuits, posts, entradas o fotos? ¿Y si no quiero? ¿Podré elegir en un futuro? Me da la sensación de que si no lo retrato en alguna red social no formará parte de la realidad.¡Haz un check!, di que éste sitio es moderno, que has estado aquí y que es una maravilla. Te ayudamos y te aconsejamos estos trending topic para que mantengas una conversación con otros usuarios. Ganarás muchos usuarios… ¿quién no quiere ganar followers? ¿No quieres estar en la onda? Instantaneidad, actualidad y la posibilidad de hablar con miles de usuarios. Todo ventajas.
Me imagino situaciones aterradoras. Imagino ver como a unos atracadores dar una paliza a un joven y que lo único que haya sean mirones tuiteando, fotografiando ó escribiendo una entrada diciendo lo mal que está todo… ¿Y si sólo nos llegamos a mover por impulsos android o iOS? Quién sabe, lo mismo en unos años ya no tenemos que plantearnos estas cosas y sólo presionamos la aplicación y nos lo resuelve sola.
Es una sensación mía, quizá solo sea una tontería. Cierro la entrada en esta revista digital. Por supuesto la vincularé a Facebook y también la pondré en Twitter. Y desde luego os lo pido a vosotros, publicadlo en las redes sociales. ¡Teclear, publicar y twittear!
Adiós ciberamigos o followers o seguidores, o lo que seáis.
Nos vemos en la red.
Clic.