Me disponía a probarme mi nuevo uniforme militar, ese que nos cose a la medida el pacto antiyihadista cuando recibo la noticia.
Conocí a José María personalmente de una manera algo peculiar: abrazado, yo, a un ciprés en la plaza de Santa Ana madrileña. Corrían tiempos “manzaniles” en la capital y un árbol no significaba más que una molestia.
Él había decidido ser alcaldable a las municipales del 2003 y yo, que le admiraba desde la distancia, decidí que hora era de militar por una causa que entendía perdida, pero que me resultaba apetecible.
Mendiluce era brillante, cautivador, distinto: un homo antecesor de las gentes del 15 M.
Tierno Galván fue mi alcalde y siempre soñé con el filósofo Aranguren como otro buen candidato, José María era más joven pero podía valer en mi imaginario fantasioso.
Los chicos/ chicas Mendiluce éramos pocos, pero con un buen rollo descomunal. Cabíamos las más de las veces en mi salón para comer. Aquello era una fiesta.
Luego llegó la realidad.
La izquierda del establishment nos sitió y hasta Sabina no nos pasó ni el micrófono en una memorable reunión de intelectuales por el cambio en el Círculo de Bellas Artes
Ni el apoyo de Daniel Cohn Bendit hizo que la prensa nos diera cuartelillo.
No conseguimos ni medio concejal.
Y José María, que había hipotecado una casa familiar, se vino abajo.
Pasó a mejor vida políticamente hablando.
Se decidió que el país tenía políticos de altura de sobra y que alguien como él estaba de más.
José María Mendiluce significó para algunos el soplo de aire fresco que necesitaba con urgencia España, pero el chamberilero de origen euskaldun no encontró acomodo.
Pura vida.
Fort Apache – La aznaridad
https://www.youtube.com/watch?v=XzpLOausruo
Publicado el 29 abr. 2016
La Cumbre de las Azores y las buenas relaciones con la administración Bush fueron quizás el momento definitorio de la aznaridad.
La cumbre, que reunió a José María Aznar, Tony Blair, J.M. Durao Barroso y G.W. Bush sirvió para adoptar la decisión de lanzar un ultimátum de 24 horas al régimen iraquí encabezado por Saddam Husein para su desarme, conllevando al inicio de la guerra en 2003.
El resultado es conocido: cientos de miles de muertes, crisis humanitaria, recrudecimiento del terrorismo islámico, clima de guerra civil interna y crisis socio-política.
A la “guerra contra el terror” impulsada por Aznar hay que sumar a sus medidas de Gobierno el desastre del Prestige; la liberalización y desregularización de la economía; los recortes; la privatización de empresas estatales de sectores estratégicos; la burbuja inmobiliaria; la corrupción política; y finalmente, lo que causaría la caída de su Gobierno, la manipulación e intentos de influir en la opinión pública tras los atentados del 11M.
Invitados:
Victoria Rosell – Podemos
Ana Pardo de Vera – Periodista publico.es
Manolo Monereo – Analista Político
Jorge Verstrynge – Profesor de Ciencias Políticas
Juan Carlos Monedero – Profesor de Ciencias Políticas
Carlos Elordi – Periodista