Internet es una enrome noche, deprimente y ecléctica. En sus callejones revolotean oxidados papeles al viento y efluvios de pescado refrito multicultural. Avenidas noctámbulas salpicadas por semáforos ambar y luminosos pornográficos. Un tintineo amarillo y de bocinas se abre paso hacia la muerte. Esta gran ciudad mental es la necrópolis urbana que imaginaba Lewis Mumford. Quejoso, tembloriento, me muevo al son de cualquier solo del saxofonista Bobby Keys. Coming Down again. Enfrentarse a todo ello es como desamar por segunda vez. Esos momentos de diástole de nicotina y sístole alcohólica. Qué demonios es la vida sino un torrente inabarcable de injustas derrotas. Debo escupir sobre los apologistas de la fraternidad, del amor inconcluso. Escupo. Sobre los estetas de la concomitancia política. Escupo.
Y como de un escupitajo nocturno en esta red llega un poema. Es un joven, demasiado joven. Un post del 10 de septiembre colgado en el facebook de un fanzin. Es un poema.
La magia del poema
«Piensa en este minuto. Podrías estar haciendo cualquier otra cosa. Pero me has elegido a mi, indefenso entre tus brazos. Por eso te pìdo que hagamos este momento puramente nuestro. Solos tú y yo. La cadencia loca de nuestros latidos en medio del silencio. Nada más existe. Olvida todo el ruido que ensordece la gran sinfonía de nuestra almas al fin juntas, la una frente a la otra, desnudas e incontenibles dispuestas a iniciar una danza loca capaz de burlarse de todas las eternas fatigas que sin duda la vida nos aguarda. Nada más existe. El mundo son solo tus ojos perdiéndose lentamente en la tinta ardiente de mis días»
Víctor Montero Galán
Pensé: podría ser Kenneth Rexroth. Solo esa fuerza sensible en el tiempo concreto que desde entonces deja de serlo para convertirse en una revolución sacramental. Eso hallé y seguí hallando hasta que la noche se hizo crisálida.
El diario La Rioja. Fue un 8 de septiembre de 2019. Decía: Fallecimiento de Víctor Montero Galán. Víctor Montero Galán falleció en el día de ayer, a los 24 años de edad.
En el facebook del fanzín La Chimena de Logroño aparecía después: «Hace apenas un par de días nos dejó Víctor Montero Galán, un amigo muy querido y un escritor excelente que tuvo la generosidad de participar en esta humilde revistilla. A modo de homenaje, aquí van algunos de sus preciosos versos que tuvimos la suerte de publicar. Descansa en paz, Víctor, hermano. Nos encontraremos algún día. Descansa en paz.».