
Sorprenden los Si bemoles de los comunicadores. Su scherzo de lugares comunes. Un podcast del locutor Javier Gallego. Le hace una entradilla a Santiago Alba Rico, recién publicado su último libro de poesía. “Tu poemario tiene una densidad poética enorme (…) Imágenes poéticas soberbias y tiene mucha libertad en la forma en que está escrito”. ¿Verdad que la poesía es poética cuando se la mira como poesía que parece, pues, poética? Pues eso. En cambio, el poemario de Santiago Alba Rico, crepuscular y verdaderamente recomendable.
Estamos en época de redención. La Semana Santa, ya saben. La Guardia Civil ha detenido en Tomelloso, Ciudad Real, al autor del robo durante la romería de 2023: el pañuelo de hierbas de la Hermandad Virgen de las Viñas. Se trata de un pañuelo, de grandes dimensiones. El autor del robo difundió un vídeo en las redes sociales en las que, disfrazado y portando un cuchillo, exigía como rescate cinco bidones de calimocho.
Tras una ardua investigación de dos años, los agentes de la Benemérita rebuscaron en Roma y en Santiago quién de cuantos jóvenes pudieran necesitar la necesaria ingesta exigida por el ladrón. Lo encontraron. La noticia ha saltado como la llegada a la luna desde Ciudad Real. A pesar del indiscutible éxito, una vez más, de los agentes de Tomelloso y sus alrededores, lo cierto es que el pañuelo no ha podido ser recuperado. Se ha transmutado. Mal augurio el de la Semana Santa. Sin el cuerpo del pañuelo, mala resurrección. La Hermandad Virgen de las Viñas se ha apresurado a indultar al autor confeso del hurto. El rencor ha de desenterrarse de los corazones.
Pablo Iglesias va por la vida espablizando a los que a él se arrejuntan. O a los que aún le siguen. El último negocio del gran líder ha sido montar un bar tipo Cheers, pero con restorán de izquierdas y a la española. El chiringuito se llama Garibaldi y su san Pablo ha tenido una idea, a su vez maravillosamente ensoñadora. La compra de un local más grande para el Cheers de izquierdas. El nuevo Garibaldi no lo va a pagar su santo patrón. Serán los fieles de la Iglesia de Podemos. Lo llaman suscripción popular. San Pablo hace de su capa un sayo, y de los billetes, rayos. Lo demás es fe. La ideología no es cerveza sino dinero. El repertorio del líder de la Iglesia podemita se ha quedado en efluvio noctámbulo. De cualquier cosa se puede sacar petróleo.
Los bufetes de publicidad tienen el síndrome de los arquitectos estrella. Las vigas maestras de sus andamiajes son virulentas asociaciones de ideas, metáforas mutantes. Sus clientes se quedan con la boca abierta. La Diputación de Soria es uno de esos clientes. Y el bufete que ha diseñado el eslogan de su nueva campaña de turismo ni queremos saber quién es. Sobre un castillo medieval adobado de unas nubes que parecen un lago a sus pies, la idea tiene su rebusque: “Soria es cultura. Es como tú quieres que sea”. ¿si ya es cultura, cómo puede ser lo que yo quiera que sea? Dejémoslo, por el bien de Soria. Lo que ocurre es que en el cartel la palabra Soria está representada por cuatro Os – un tronco cortado, una rueda de bicicleta, un no sabemos qué, puede ser carbón, y un rosetón –. De tal guisa que las tres Os primeras parecen tres Cés. Y a la mente acude la palabra Scccoria. Un nombre muy apropiado para un grupo de punk soriano. ¿Se imaginan los pareados que ofrece Machado con riffs gruesos? Alguien dirá, y con razón, que el punk es cultura. Freud decía que el arrebato y el descontento en la cultura son cultura misma. Así que la diputación de Soria promociona con su extraño cartel lo que pretendía y hace un análisis tremendamente atrevido, fíjense por dónde. La Scoria es también cultura. O a eso hemos llegado. Aunque, para qué ir a Soria si a la vuelta de la esquina hay Scoria a tonelaje.
Y ya que estamos en fechas de celebración de suplicios, ya sabrán que hay 60.000 crucificados en tierra antaño santa y hoy ensangrentada. Dirán ustedes que si Pilatos hubiera ofrecido un pacto de gobierno a Jesús de Nazaret, hubiera habido una escisión en los doce apóstolos. Probablemente. Pero Netanyahu no hubiera llegado quizá a ser el Tiberius holocaustus que es a esta hora.
Donación de sangre voluntaria en los Estados Unidos de Plutoamérica. El presidente Trump recaudó 239 millones de dólares para su coronación-investidura en enero. Cerca de 140 personas o empresas donaron al menos un millón de dólares, incluyendo sonantes empresas como JPMorgan Chase, Delta Air Lines y Target. Hubo amigos de Elon Musk, como los inversores tecnológicos John Hering, Ken Howery y Keith Rabois, que donaron 1 millón de dólares cada uno. Ni Musk ni ninguna de sus empresas donaron. Los vampiros no extraen su propia sangre, sino la de los demás, obviously.
El Papa Francisco ha fallecido, pero la Iglesia permanece en su sitio. O lo recupera. Sobre todo, los enemigos del Papa que han rezado y se han martirizado con denuedo con cilicios, sogas, látigos, cuchillas de cinco hojas Gillette del Concilio de Trento en 1563, para que llegara este momento. Había tantos cardenales, monseñores y otros monsergones que deseaban conclavar al Papa… Ahora tienen su cónclave. El próximo Papa ¿puede que pida ser llamado Inclemente XXI?