Por favor, se lo ruego, se lo suplico, se lo pido con toda mi alma: vaya a la página de Youtube de Silvia Autsider (del equipo editorial de Autsider Cómics) y goce con el booktrailer que crearon para presentar Primavera para Madrid de Magius.
Es prácticamente una obligación para cualquier divulgador, plumilla, escritor, periodista con aires de crítico, creador de contenido o evangelizador cultural dar a conocer obras de especial calidad (independientemente de gustos personales, vinculaciones de amistad con el autor, influencia comercial o pay per talk sobre una obra), e insistir en su existencia con el único fin de evitar su muerte por la rapidez de nuestras vidas y las desdichas del negocio.
En estos días tan vertiginosos, carentes de poso y sin ningún tipo de autocrítica o reflexión, lo inmediato y novedoso adquiere un especial valor, pero dicho valor queda anulado transcurridos los primeros cinco minutos de vida en las caprichosas redes sociales, junto con la amenaza que sufren las obras de calidad de ahogarse en la inmensidad de los indiscriminados lanzamientos editoriales.
Por todo ello, comencemos.
Autsider Cómics nos presentó en el año 2020 la obra Primavera para Madrid, de Magius y lo hizo por todo lo alto, con ese tráiler que acaban de ver y vistiendo a su obra con un formato especial que añadió un mayor simbolismo a la trama ideada por su autor. Hay que reconocer que dieron en el clavo los chicos de Ata cuando eligieron ese glamoroso color oro que se fusiona a la perfección con la tinta negra de Magius y que nos advierte desde el principio que vamos a dar un paseo por lo más alta, hermosa, ostentosa, suntuosa, opulenta y hortera sociedad madrileña.
Antes de leer este cómic hay que tener una cosa clara: nada, absolutamente nada de lo que se narra es real. No se asemeja a la realidad, no pretende copiarla y mucho menos juzgarla. Como decía un mago llamado Anthony Blake: «Y todo lo que han visto esta noche, ha sido producto de su imaginación. No le dé más vueltas, no tiene sentido». Primavera para Madrid nos cuenta una historia no real, pura ficción dirían algunos, sobre el ascenso y caída de unos mal considerados héroes modernos que viven su propia tragedia griega en la que sus acciones generarán tales consecuencias que harán temblar el orden establecido, y todo ello sobre el marco incomparable de una ciudad, también ficticia, llama Madrid. Y nada de lo que nos cuenta Magius debería ser real, porque si todo lo que cuenta este cómic fuese una realidad, daría miedo.
Uno de los principales méritos de Primavera para Madrid está en su atrevimiento como ejercicio para resumir diez importantes, y esperemos que irrepetibles, años de una «supuesta» historia, y también histeria, de España. Recuerden que todo es ficción en este cómic. Magius, como buen amanuense, recopila imágenes de hemeroteca y las condensa, aderezándolas con ironía y burla sangrienta con el ánimo de mostrarnos un estilo de vida particular, peculiar y curioso de unos personajes que se creen depositarios de unos valores superiores que los definen como clase frente al resto de los mortales; llamados plebe usualmente o pueblo soberano en año electoral. Es un acierto de exageración para ilustrar la cara oculta del poder, tanto económico, político o nominal, dentro de una sociedad que alaba al listillo, exalta al caradura, alimenta el engaño, naturaliza la trampa, venera la falsedad, engorda con la envidia y blanquea la mentira como forma de vida.
Primavera para Madrid funciona como un cuento para no dormir que se transmite oralmente en los bares, en la Deep web o en los canales turbios de Telegram. Una historia contada entre susurros sobre una parte de la sociedad que rige nuestros destinos desde sus altares. Un sociedad corrompida, aburrida y hedonista, sumergida en las instituciones envenenadas que gestionan un pozo sin fondo de dinero público que saquean con la misma ansia que las tropas de Carlos V en mitad de Roma en 1527; con la diferencia de que no habrá un André Chastel que analice las repercusiones en el arte de tal acontecimiento (si acaso el gran trabajo de @nacionrotonda en redes sociales como pincelada del desastre). Realeza descarriada, nobleza aburguesada, banqueros ineptos, cajas de ahorro convertidas en fondos buitre, políticos codiciosos, todos navegando por el marco jurídico de la impunidad, abalados por una religión que ha olvidado a sus fieles, con la ceguera de una prensa dócil y servicial, alentados por el auge de un sector empresarial chusquero disfrazado de emprendedor; prácticamente una pesadilla que parece sacada de la febril mente de David Icke en versión castiza con reptilianos, el club Bilderberg, los illuminati y demás amigos, encuadernado en oro y disponible en librerías especializadas.
Magius quiere que el lector participe de su obra estimulando su recuerdo, azuzando y agitando la memoria a través de la vista para que dentro del cerebro se completen los puntos suspensivos, los silencios, el elefante que nadie quiere ver en la habitación. Es una obra incómoda que seca la boca, indigna, divierte y de carácter reflexivo, una sacudida para espabilar y despertar de un mal sueño que dura ya demasiado.
Si el lector tiene dificultades para reconocer ciertas imágenes que se insinúan en el cómic o datarlas en el tiempo, puede refrescar la memoria sobre lo acontecido años atrás en obras como La distancia del presente de Daniel Bernabé (Akal, 2020), que es prácticamente un manual recopilatorio de consulta rápida versado en las noticias relevantes de España en la última década. Obra, la de Bernabé, que también se presenta como códice, en semejanza con la de Magius, con el fin de ser un «manual de supervivencia» para no olvidar nada de lo ocurrido y esclarecer el pasado.
Lo alarmante de los personajes que perfila Magius, como se ha hecho referencia con anterioridad, es la sensación de impunidad en la que viven como dueños y señores de todo lo que contemplan sus ojos. En muchos casos el escudo es el dinero y en otros es la posición de poder que ocupan. Entre todas las causas que han originado esto se puede señalar por ejemplo a la nula separación entre los poderes del Estado, que favorece la relación simbiótica entre el ejecutivo y el judicial, vinculados ambos con las grandes fortunas. Este bocadillo está envuelto por un sistema poco claro y laxo que se asegura de mantener poco margen de maniobra para los jueces más valientes que se han aventurado a investigar las corruptelas que carcomen al poder. Si desean escuchar la voz de aquellos que han iniciado una cruzada contra la corrupción se puede recurrir a Joaquim Bosch en su libro La patria en la cartera (Ariel, 2022). En las entrevistas para presentar este libro, su autor suele mencionar el episodio esperpéntico, burlesco y grotesco en el que un Ministro de Obras Públicas allá por el lejano 1991 solicitaba, pedía y reclamaba a las constructoras que dejaran de ofrecer las famosas comisiones a políticos para las licencias de obras; comisiones que son gasolina en la trama de Primavera para Madrid.
Hay que hablar por último del testigo silencioso sobre el que discurre la acción en este cómic: la ciudad de Madrid, la verdadera protagonista de esta obra. ¿Qué tiene Madrid para generar ese entusiasmo por el vil metal? Por supuesto que la ciudad en sí no tiene la culpa de nada. No hay nada en el aire, más allá del molesto polen y la contaminación, que anime al personal a convertirse en hienas carroñeras en busca de dinero. Pero no podemos descartar que, tal vez en determinados ambientes propios de la ciudad, se dan las circunstancias adecuadas para favorecer ciertas actitudes. También hay que decir que estas conductas no son exclusivas de la ciudad, obviamente, pero aquí tienen especial relevancia por su idiosincrasia. Desde casi el primer momento de su elección como sede la corte por parte de Felipe II en el año 1561, ya se podía escuchar tintineo del dinero dentro de los bolsillos correctos. Y al poco tiempo llegó el Duque de Lerma, tal vez sin miedo a equivocarnos, el mago de la especulación inmobiliaria, el amo del chanchullo, el jefe de la picardía, sin parangón ni igual, espejo al que mirarse si uno se dedica a estos menesteres; y además quedó impune de sus delitos. ¿Qué más se puede pedir?
Madrid, la ciudad que se transformó al capricho de la especulación con sus aspiraciones olímpicas, su ciudad de la Justicia, su Caja Mágica, sus torres Kio, su metro ligero y la proliferación de sus PAU como seña de identidad; con lo que ello conlleva tal y como explica La España de las Piscinas (Arpa, 2021) de Jorge Dioni López. Madrid, el lugar en el que, si hay que levantar cuatro gigantescos monstruos de acero y cristal como monumentos a la vanidad o como faros luminosos del ego económico, se moverá cielo y tierra para recalificar terrenos antes deportivos, pero que para salvar edificios como la Pagoda de Miguel Fisac tendrá las manos atadas, mirará para otro lado y evocará el beneficio económico para la ciudad que supuestamente supondrá el millonésimo edifico vacío de oficinas.

Pocos arquitectos hay que hayan dejado un legado tan impresionante del calado de Antonio Palacios en Madrid, pero ni siquiera él fue respetado y una parte de su obra fue aniquilada por la acción política amparada por el mal llamado progreso; consulten libros como Los Palacios de la Castellana de Antón Capitel e Ignacio González-Varas (Turnes, 2010) para saber cómo trata la ciudad a aquellos que una vez quisieron embellecerla. Hubo un alcalde en particular a principios del siglo XXI que prácticamente levantó todo el terreno asfaltado de la ciudad para transformarla a su antojo, confundido con una supuesta necesidad perentoria y que a pesar de su febril visión faraónica que removió toneladas de tierra, no tuvimos la suerte de encontrar el cadáver de Cervantes; cosa que por lo menos hubiera servido para algo. Una ciudad hostil al viandante, amarga para el conductor, horrenda para el amante de la buena arquitectura, molesta para el trabajador, hipócrita para el turista y desagradecida en líneas generales que se erige como oda a una forma de entender la economía y que crece cada día más devorando terrenos que no son suyos, lanzando a los cuatro vientos sus cantos de sirenas atrayendo a pobres almas desesperadas buscando una supuesta prosperidad.
Primavera para Madrid. Outsider Cómics, diciembre de 2021. 272 páginas. 25 euros.