Tel Aviv. Editorial del diario israelí Haaretz del 22 de diciembre: “Israel está perdiendo su humanidad en Gaza”. Cuatro días antes publicó una investigación detallada sobre el destino de los palestinos que se aventuran en el corredor de Netzarim, que ahora divide la Franja de Gaza en dos y que se ha convertido en una tierra de nadie de 7 kilómetros de ancho desde su ocupación por las Fuerzas israelíes: “Un Oficial de la División 252 dice que a todos los que entran les disparan. Los civiles asesinados allí son calificados de “terroristas”.
Afganistán. El líder supremo de los talibanes, Zabihullah Mujahid, ordenó el 28 de diciembre tapiar todas las ventanas del país para impedir que una mujer pueda ser vista desde el exterior de su casa o patio. A partir de este edicto, corresponde a los ayuntamientos afganos controlar la orientación de las ventanas durante la construcción de nuevas casas.
Señales de Humo en Washington
Jeff Bezos, y otros multimillonarios, están arrodillados y ofrendan sacos de dólares ante una estatua del presidente electo Donald Trump. Junto a Bezos están Mark Zuckerberg, fundador y consejero delegado de Facebook y Meta, Sam Altman, consejero delegado de Open AI, Patrick Soon-Shiong, editor del Los Angeles Times (que también vetó un editorial a favor de Harris) y el ratón Mickey Mouse, en representación del grupo de Walt Disney Company, al que también pertenece ABC News. Es la viñeta de Ann Telnaes que The Washington Post, propiedad de Jeff Bezos, declinó publicar. La sátira de costumbre va por delante de la misma realidad. Ann Telnaes anunció que dejaba, tras 14 años, la redacción del Post. Malos tiempos para la lírica. En los últimos meses, los protagonistas de esa informativa viñeta han hecho notables gestos hacia Trump- Musk, siendo su mayor financiador; Bezos impidió que el diario apoyase a la candidata demócrata y ha donado un millón de dólares para la toma de posesión de Trump; Zuckerberg eliminará los controles antibulos en Facebook para que las huestes de Trump – y las del resto – comprueben que el campo de las redes en orégano; Sam Altman, propietario de IA también ha donado un millón de dólares para la toma de posesión de Trump. A doce días de la investidura, la viñeta de Telnaes ha dibujado todo su mandato. Y el estado de la democracia.
La izquierda sale a pedir a la boca del metro
Antonio Maíllo, coordinador de Izquierda Unida, se presentó ante los micrófonos de la Cadena Ser la noche del martes 7 de enero para pedir en diferido a los Reyes Magos votos para la izquierda. Su carta estaba bien trufada de neologismos posmodernos: “Desde España podemos ser una alianza orgullosa de las conquistas sociales como espejo contra hegemónico y convertirlo en disputa para que se extienda en un ejemplo de Gobierno progresista». Izquierda Unida ha analizado los datos de las últimas encuestas demoscópicas que ha realizado El País. La juventud en España vira hacia la derecha o la extrema derecha. Y Maíllo compara esos datos con los resultados de la Izquierda alternativa que él lidera, en este momento con apoyos famélicos. Por eso Izquierda Unida ha comenzado una campaña “de escucha”, de “acercamiento” a los jóvenes ideologizados que se han abstenido en los últimos años. Izquierda Unida participa del Gobierno desde 2019. Quiere acercarse no con autocríticas, sino con un himno de Hamelin a la alegría. “No podemos”, dijo Maíllo, “estar instalados en la nostalgia, no sirve para la política. Hay que analizar la realidad y saber gestionar lo que existe en este momento. Y sobre eso, construir una llamada a la alegría”. Coda final. «Me preocupa el achicamiento de espacio en la izquierda alternativa. Necesitamos un apoyo para sostener un Gobierno progresista en la próxima legislatura. Tenemos condiciones para resolver esto porque no hay elecciones este año».
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