La fiscalía sueca ha retirado la acusación que mantenía desde agosto de 2010 contra Julian Assange por un presunto delito de agresión sexual. Assange solicitó asilo en la embajada londinense de Ecuador en junio de 2012, rechazando las acusaciones y alegando que el propio primer ministro sueco se había manifestado convencido de la culpabilidad de Assange, lo que probaba la falta de garantías a un juicio equitativo en el país escandinavo. Pendía ya entonces la posibilidad de que el fundador de Wikileaks fuera deportado a EEUU. Nueve años después, Julian Assange vio retirado por el actual presidente de Ecuador el asilo político que le otorgó Ecuador y cumple una condena de 50 semanas de prisión en el Reuno Unido por haber violado los términos de la fianza concedida en el año 2010 por la justicia británica. Los tribunales británicos dilucidarán la extradición de Assange a Estados Unidos donde podría enfrentarse a una pena de hasta 175 años por cargos como espionaje y publicación de documentos clasificados.
La fiscal jefe sueca Eva-Marie Perssonla admitió que «la evidencia ha perdido fuerza en grado tal que ya no hay motivo para seguir la investigación».
«Pudiera parecer que la decisión de la fiscalía sueca viene tarde. Si se hubiera emitido antes de que el presidente ecuatoriano decidiera retirarle el asilo político, quizá los tribunales del Reino Unido no lo hubieran ingresado en prisión», declara un abogado. «Pero la retirada de la acusación puede ser válida ante los tribunales que deben dilucidar la deportación de Assange, dado que el original delito por el que se pedía el enjuiciamineto de Assange en el Reino Unido no existe».