Sergio Ríos Esgueva jamás pensó que habría de convertirse tan solo dos años después en un personaje de sainete nacional. Tenía un sueldo modesto, sí. Nunca sus aspiraciones fueron extremas. Era chófer aquel año de 2012. Había pensado, eso también, que la persona que llevaba en el asiento de atrás guardaba grandes secretos: los