La sombra del ex ministro Jorge Fernández Díaz fue muy alargada. Mientras ocupó la máxima responsabilidad del ministerio del Interior en España, desde 2012 hasta 2016, utilizó a la policía para desbaratar las investigaciones judiciales por corrupción que implicaban a su partido. Con dinero de los fondos reservados del Estado, pagó operaciones de espionaje ilegal. Una de ellas fue la llevada a cabo contra el tesorero del partido popular, Luis Bárcenas, implicado en la financiación ilegal. Desde el ministerio del interior se organizó una operación para robar al ex tesorero información que pudiera incriminar al PP. Fue la operación Kitchen. Según el diario El País, fue «solo una de las muchas que la cúpula de la policía puso en marcha sin control judicial», según se deduce de las pruebas que se acumulan en varios sumarios.
La operación Kitchen ha salido a la luz a raíz de la investigación abierta por la Fiscalía Anticorrupción al comisario jubilado José Manuel Villarejo, en prisión preventiva desde hace 13 meses por revelación de secretos, falsedad documental, blanqueo de capitales y otros delitos. Villarejo fue miembro de lo que se denominó «la policía patriótica» dirigida por el comisario Eugenio Pino, al servicio directo del ministro Fernández Díaz. El comisario Villarejo controló el dispositivo de espionaje al extesorero Bárcenas. A través del chófer, los jefes policiales consiguieron entre 2013 y 2015 las pruebas contra el PP que el extesorero mantenía ocultas. El infiltrado, Sergio Ríos, cobró 48.000 euros a cambio de la información sensible que amenazaba los intereses del PP. La policía patriótica llevó a cabo espionaje y sabotaje a partidos independentistas y de la oposición. El mismo ministro negociaba con fiscales la imputación a líderes mediante la elaboración de dossieres amañados por la cúpula de Interior.
El gobierno, hoy en manos del PSOE, oedenó desclasificar información reservada. El ministerio del Interior ya ha adminitido que la operación Kitchen se pagó con dinero de los fondos reservados. El ex ministro Fernández Díaz se desmarca del uso del dinero: «yo no gestionaba los fondos reservados» y asegura desconocer si con ellos se pagó esas maniobras.
Los máximos responsables de Interior bajo el mandato de Fernández Díaz, su secretario de Estado, Francisco Martínez; y el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, son todavía hoy parlamentarios del PP. Cosidó es, además, portavoz del grupo popular en el Senado. Las causas abiertas contra el comisario Villarejo, serán las que alumbren el gran Watergate del PP bajo la presidencia de Mariano Rajoy.