La experiencia es un rayo en la noche del momento. Y la mirada es la sola verdad en el instante. La poesía de Louise Glück es poderosamente trasparente, austera. El jurado le ha otorgado el premio nobel de literatura porque “con su austera belleza convierte en universal la existencia individual”.
Glück advierte cuando le llaman poeta: “’Poeta’ debe usarse con cautela; nombra una aspiración, no una ocupación. En otras palabras: no es un sustantivo para un pasaporte”.
La existencia de libros de Glück en castellano se debe a la perseverancia de la editorial Pre-Textos. El editor Manuel Borrás, ha comentado estos días, a raíz del premio nobel, que del último título de Glück tan sólo había vendido doscientos ejemplares.
Louise Glück nació en 1943 en Nueva York. Es hija del nuevo mundo que trajo la segunda guerra mundial, con la que la joven Louise no mimetizó. Fiel a un instinto de cambio fortuito y natural – “tan pronto como puedo ubicarme o describirme, quiero hacer inmediatamente lo contrario” – de joven tuvo que superar un trastorno de anorexia que agudizó aún más su adaptación al cambio.
Para ella, y he aquí un acto insurgente, la poesía como forma de arte “no es afirmar lo que ya se sabe sino iluminar lo que se ha ocultado”. La mirada sutil e irónica muestra el devenir aparentemente sencillo de esas pasiones ocultas en el interior de las personas.
La poesía de Glück tiene un carácter cíclico, poderoso y enigmático. Ninguno de sus libros se parece al siguiente o al anterior, aunque la profundidad etérea de su mirada sea la misma en cada poema.
El último libro editado en castellano, en marzo de este año de 2020 es Una Vida en el Campo, poemario que Louise escribió en 2009. Hay un misterio latente y fogoso entre el ciclo del cultivo y la cosecha que Gluck describe en un pueblo cualquiera y la propia naturaleza de la poeta. Hay un paralelismo entre la muerte simultáneamente universal como minúscula del campo y su impronta en la poeta que renace ella misma como las praderas con la llegada luminaria del sol.
Una Vida en el Campo es una obra monumental. Su apariencia – el día a día en un pueblo rural de Los Estados Unidos que pudiera ser de cualquier pueblo del mundo – revela el misterio oculto y frondoso de la relación de los seres vivos donde un halo de decadencia contradice la aparente juventud exuberante de la vida. Es el más sabio compendio de economía y política de la existencia.
De muy joven Louise Glück quería vivir de la poesía porque es lo que todo el mundo en su sano juicio debería querer hacer. Durante siglos la humanidad ha pretendido conquistar la materialidad de palabras como justicia, fraternidad o libertad sin saber que la más deseable utopía se encuentra latente en el vasto y libre paraje que es la poesía. Por eso a la poeta Louise Glück le han otorgado el premio Nobel.




