
Los reyes. además de ensuciarse. también se enfadan… cuando se les ensucia. El emérito español Juan Carlos I, exiliado como un personaje de García Márquez quién sabe si en los Emiratos árabes o en el Golfo del olvido, se ha querellado contra el antaño adulador, el ex presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla, por faltas a su honor. Al de Juan Carlos I. La realeza es un psicotrópico de la realidad. Pero la demanda del emérito tiene algo de despecho por desamor. Revilla le llevaba unos sobaos y anchoas al emérito antes de que fuera emérito, y con los sobaos y anchoas cuánta campechanía como en las bodas de sus hijas, las del emérito. El roce hace el odio y acaba en La guerra de los Rose a la española.
En el populoso y antaño obrero barrio bilbaíno de Rekalde la policía autónoma vasca, la Ertzaintza, desalojó con el habitual arrojo de pelotaris de su Brigada Móvil, a decenas de jóvenes encerrados en un hangar convertido en gaztetxe. Fue un asedio por tierra, aire y subsuelo. Batalla ganada por la Ertzaintza. Un nuevo éxito del Gobierno Vasco en su proceso industrializador. Un joven que puede que pasara por allí o puede que pasara a posta, perdió un testículo de un pelotazo. Y ahora, todo son críticas de buenismo feroz a la Ertzaintza. Antes, cuando apuntaba a la cabeza, recibía críticas. Ahora que apunta más abajo, también. Euskadi es un país de ofendiditos. Nadie piensa en los 15 miembros de la Brigada Móvil que tuvieron lesiones: tendinitis de tanto disparar, subluxaciones de tanto aporrear. incluso sobrecargas – qué ironía – musculares y sofocos. La policía es platónica. Aunque el lehendakari Pradales y el consejero de Interior, que es además periodista, no hayan leído a Platón, a no ser que sea este el rótulo de alguna sidrería. Platón pensaba que la policía era el pecho de la sociedad. Salvaguarda y abolla ideas. ¿Es Euskadi la nueva Grecia o su caverna?
Donald Trump ha superado a Lenin, aunque tiene el mentón de Stalin en sus tardes de té y listas de Gulag. No solo ha hecho la revolución de octubre en los USA, sino que puede acabar con el mismísimo capitalismo. Justo cuando todas las sectas descendientes de Marx daban, con dolorida resignación, por bueno el fin de la historia, va la historia y pone un Trump. Para que el marxismo viejuno y la izquierda de la Vida de Brian digan que no existen los milagros.
El holocausto es cansino. En Israel ya no hay imaginación. Las matanzas y los crímenes en masa ya no tienen ni una pizca de alarde. La última, la de nueve médicos de urgencias de la media luna roja capturados el 23 de marzo en un convoy de ambulancias, maniatados, ejecutados y enterrados en una fosa común en Al-Hashashin. La cuestión es: ¿el peluquero de Netanyahu no se llamará Adolfo por causalidad?
Los profesores no profesan. En estas páginas se describía el ataque de unos adolescentes a otro con parálisis cerebral en un instituto en Santander. Los profesores están desbordados ante la mala educación de los alumnos. La serie Adolescencia refleja la catarsis. Las aulas son una pasarela de istmos de las redes: salvajismo, matonismo, narcisismo, ostracismo…. postmodernismo. Los padres también aportan lo suyo: autismo.