¡Vaya con el mes! Con su ajuar y mobiliario, el sol juega a carambolas con sus enredos en las bocas de los transeúntes. Torrefactos ellos pisan las aceras con el atuendo de las ropas lacónicas. El tiempo así parece el cangilón de una noria que eleva sonrisas y brillos, los sube y baja desde la