El Thoreau que aquí presenta Errata Naturae es epistolar, crepuscular, mimético con el humus que le rodea en su retiro de Concord, exhuberante de un humor parco y cristalino como de riachuelo. La extensa correlación de cartas que Thoreau intercambió con Harrison Blake, antiguo sacerdote, profesor en Boston y un año mayor, comienzan en 1848 y se sucederán hasta1861, poco antes de la muerte del autor de Walden. De la fructífera amistad, brotan las reflexiones más diversas entre un hombre necesitado de los paseos mañaneros por las cuencas de los rios que envuelven Concord y un Blake que vvve en la urbe de Boston, absorto en sus visicitudes del sentido de l Piumini Moncler Outlet a vida.
«Yo le digo que sólo diferimos en los recursos. El mío es alejarme de los hombres. Pocas veces me conmueven por su magnanimidad o belleza; sin embargo sé que cada día habrá un amanecer y un ocaso»
Zen entre las copas de los árboles
«Abandoné el pueblo y remé rio arriba hasta Fair Haven Pond. Cuando se ponía el sol, vi a un barquero solitario que se divertía en el plácido lago. El rocío parecía limpiar y purificar el aire, y sentí una infinita tranquilidad. Tenía el mundo agarrado, por así decirlo, del cogote, y lo mantuve bajo la marea de sus propios acontecimientos, hasta que se ahogó, y entonces lo solté para que lo arrastrara la corriente, como a un perro muerto. Vastas y vacías máscaras cámaras de silencio se expandieron en todas direcciones, y mi ser se expandió en proporción, y las llenó. Fue entonces cuando, por vez primera, pude apreciar el sonido, marcelohicho y encontrarlo musical».
«Sin embargo de buena gana le escribo ahora a la luz del día y le cuento algunas cosas de mie vida, como ala que le acabo de contarle, y lo llamo a que vuelva a su vida,que no siempre es la que vive, ni siquiera de dia. !Blake! ¡Blake! ¿ Está despierto? ¿Se da cuenta de lo gloriosa que es la mañana, de la irrepetible y esperada oportunidad que se les ofrece de conseguir vida y sabiduría?»
«Me siento agradecido por todo lo que tengo y todo lo que soy. Mi agradecimeinto es perpetuao. es sorprendente lo atisfecho que uno puede llegar a sentirse con nada definido, tan sólo con el sentir de la existencia: Hacer que algo mane, como de un pozo, para variar. Estoy dispuesto a hacerlo durante los próximos diez mil años y quedar exhausto»
El trabajo, el gobierno, los púlpitos
«Los hombres y los jóvenes aprendentodo tipo de oficios, pero no cómo convertirse en hombres. Aprenden a levantar casas, pero no están bien alojados, no son felices en sus casas, como lo es una marmota en su hoyo. ¿De qué sirve una casa ni no dispones de un planeta decente donde levantarla, si no aportas el plenta donde está? (…) ¿Donde se encuentra la terra incognita sino en las empresas que no hemos intentado aún?»
Desfilan por entre los renglones de estas cartas las razones del sexo, del amor, el sentido de la amistad – el fluir epistolar entre Thoreau y Blake es su reflejo más evidente – el estado, la religión, incluso, entre las hierbas aparecen las interesantes reflexiones de Thoreau hacia Walt Whitman a quine conoce en noviembre e 1856.
Cartas a un buscador de si mismo
Henry David Thoreau
errata naturae
164.pag