Hoy he andado por la Gran Vía. Agosto y gentío. Soy gente. Doy un paso nuevo hacia mi propia extinción. Eso sí, muy acompañado. La ciudad está cubierta de cejas enarcadas, de ojos de noria. Turistas ociosos que hacen trabajar los músculos de la cara. Mueven representaciones, algún afecto del ánimo en el rostro. Apacibles,