George Orwell escribió que Dickens era un escritor que valía la pena apropiarse. En estas fechas donde se celebra la navidad se le considera el rescatador de la misma a mediados del siglo XIX. Sus cuentos navideños resalzan el perdón, la restitución, la ternura, el poder del amor aún en las más terribles e injustas circunstancias, y sobre todo, como destaca Michael Slater, la importancia de la memoria y la imaginación para la salud moral de la persona y la sociedad. Cuenta Nadezhda Krupskaya en su libro sobre Lenin que este acudió a la representación teatral de uno de los cuentos navideños de Dickens, El grillo del hogar. El «sentimentalismo de clase media» de Dickens le pareció tan insoportable a Lenin que abandonó el teatro en mitad de una escena. Orwell destaca que aunque en su vida privada quizá Dickens fuera diferente, incluso un egoísta insensible, en su obra resplandece una personalidad muy diferente. Aunque fuera un burgués, prosigue Orwell, «no cabe duda de que era un escritor subversivo, un radical y podríamos decir sinceramente que un rebelde».
Sin embargo, no era un «escritor revolucionario» ni un salvador de almas. En sus páginas se nota que es consciente de que la sociedad es injusta desde las raíces. Orwell considera que es al preguntarnos «¿en qué raiz?'» cuando empezamos a darnos cuenta. La crítica que hace Dickens de la sociedad es exclusivamente moral. Ataca la ley, el gobierno parlamentario, el sistema educativo, sin llegar a plantear cómo reemplazarlos.
Buena parte de su mensaje en la primera etapa de novelas como Tiempos difíciles, se reduce a lo que solo en apariencia parece un lugar común: que si las personas se portaran con decencia, el mundo sería un lugar decente. Hacia 1850, Dickens parece comprender, a través del relato de protagonistas como en Casa desolada o David Copperfield que un hombre bienintencionado poco puede hacer en una sociedad corrupta. Sin embargo, en su última etapa, en Nuestro amigo común, por ejemplo, la bonda individual es la vía de salvación colectiva.
Dickens ha sido popular en su época y en la nuestra, dice Orwell, «porque supo expresar de un modo cómico, simplificado, y por tanto, memorable, la decencia innata de la gente corriente. Casi todo el mundo, con independencia de cuál sea su comportamiento, responde con emoción a la idea de la fraternidad entre los seres humanos.
A partir de la Revolución francesa, el mundo occidental se ha obsesionado con la idea de la libertad y la igualdad, escribe Orwell. Ha calado en todas las capas sociales. En todas partes encontramos injusticias atroces, cruedades, mentiras y actitudes snob, pero no hay mucha gente capaz de considerarlas con la indiferencia de, por ejemplo, un romano propietario de esclavos. Incluso los millonarios tienen un vago sentimiento de culpa, como el perro que se come una pierna de cordero robada. Casi todo el mundo, con independencia de cuál sea su comportamiento, responde con emoción a la idea de la fraternidad humana. Dickens dio voz a un código en el que la gente creía y sigue creyendo. Sus cuentos de navidad son parte de esa creencia. Orwell dice que Dickens era un liberal decimonónico, una inteligencia libre, «un tipo odiado por todas las malolientes y alicortas ortodoxias que pugnan hoy en día por dominar nuestras almas».

Desde que en 1852 Dickens publicara Canción de navidad, la navidad ha sido un topos en su obra. Random House reune en este volumen los cinco relatos navideños que incluye también «Las campanas», «El Grillo del Hogar», «La batalla de la vida» y «El hechizado». En todos ellos destacan los temas principales del universo dickensiano: la caridad, la infancia, las leyendas populares, las desigualdades sociales, los sueños y la redención personal.
A mediados de 1843, Dickens se horrorizó por los datos del informe parlamentario sobre el trabajo infantil. Él mismo había comprobado las condiciones en las que vivían las clases populares en el industrioso y agitado Londres. De su experiencia saldría más tarde la idea de «Canción de Navidad».
Cuentos de Navidad. Charles Dickens. Ramdom House. 558 páginas. 11,95 euros.