El Partido Popular de Cantabria vive sus momentos más convulsos. La pugna entre dos sectores en su seno está levantando la afinidad de la élite de la magistratura con el propio partido. Y en el ojo del huracán están los polémicos jueces José Luis López del Moral, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) y la magistrada Paz Hidalgo. Ambos desestimaron con sorprendente rapidez una denuncia realizada por el sector crítico que puso en conocimiento judicial graves irregularidades en el seno del congreso del partido. Los críticos argumentan en escrito de recusación, como informa eldiario.es, que Paz Hidalgo fue durante 23 años letrada en la Seguridad Social y que en el año 2011 pasó a ser magistrada de la Sala Civil y lo Penal del TSJC a propuesta del propio Partido Popular de Cantabria, por lo que consideran que tiene un «interés directo o indirecto». López del Moral, argumentan, «tiene una clara adscripción política al Partido Popular» pues fue director general de Justicia en la Comunidad de Madrid cuando Alberto Ruiz Gallardón era su presidente, por lo que la imparcialidad de este ante la querella puesta por el sector crítico queda «en entredicho».
La recusación a estos dos magistrados añade aún más dudas sobre ellos de las que en los últimos tiempos vienen saltando a la luz, a raíz de sus controvertidas sentencias. Una de ellas, en las que se condenaba a un juez perseguidor de la corrupción, severamente corregida por el Tribunal Supremo, como infomó la revista Hincapié en julio de 2016.
La recusación contra José Luis López del Moral y Paz Hidalgo puede trastocar de manera muy seria sus carreraa. Ambos jueces, que tratan y dirimen cuestiones que afectan directa o indirectamente a partidos políticos, pudieran verse obligados a no pronunciarse. Será la sala de lo social y contencioso la que dirima esta recusación interpuesta contra los magistrados. Y aquí, también estos magistrados cuentan con pocas bazas a su favor. De los 7 jueces que forman la sala, 5 lo son de carrera y sin «influencias» partidistas. En el plazo de tres semanas la sala resolverá la recusación. Hasta entonces, la lucha fraticida en el PP continúa pudiendo deparar más sorpresas sobre las relaciones entre los partidos, y en concreto el PP, con una judicatura ya bastante mancillada.