
¿Qué precio tiene la traición política? ¿Va más allá del de la traición personal? Dos personas militan allá en la Italia de años 70 en una organización clandestina autónoma. Viven en común con otros miltantes, llevan a cabo robos y sabotajes armados de toda naturaleza. Pasan su años de juventud abrazando, perfilando, discutiendo y practicando una utopía común. Perseguidos por el Estado, uno de ellos decide «colaborar» con los jueces y permite con su delación el encarcelamiento del otro compañero durante décadas.
La última novela de Erri De Luca, Imposible, publicada por Seix Barral y con traducción de Carlos Gumpert, es un delicado puñetazo a la conciencia personal, pero sobre todo a la conciencia política personal, esa que todos tenemos de alguna u otra manera.
En la novela Imposible, el delator y el antiguo compañero delatado, se encuentran fortuitamente décadas después en un risco de los alpes italianos. El delator cae al abismo. El delatado, llama al servicio de urgencia alpina al ver a un hombre que ha caído por la mortal loma.
El joven juez encargado del caso tiene la arisca misión de indagar en el ya anciano testigo al que considera autor de la muerte de su delator. El movil se muestra más complejo por la resistencia del acusado a admitir encuentro deliberado por su parte ni responsabilidad en su muerte.
Un cruce de caminos que de repente convergen de manera paradógica: el juez recurre a investigar por qué un joven, tan joven como poco antes lo ha sido él, decide que a la meta de la justicia se llega por el camino de la subversión y no por el de la fe en el derecho constituído en la sillería del estado.
Por qué unos jóvenes deciden diluirse en una organización terrorista y por consiguiente, a ojos del magistrado, convertirse en terroristas. El interrogado le responde subvirtiendo la acusación: «Puedo responder por cada uno de mis actos». Por contra, el interrogado quita de la cara al juez su máscara de imparcial trobador de la justicia, recordándole que los jueces que encarcelaron a cientos de jóvenes como él, se constituyeron en el partido envargado de librar al país de la insurrección prejuzgándola como criminal para hacerla desaparecer simbólica y fisícamente.
La reflexión elíptica de Erri de Luca va más allá. Si nos ponemos a ello, podemos establecer una precuela de la traición y llevarla a ese terreno tantas veces trillado y vivido de la decepción política que acaban provocando los nuevos mde las renovaciones o regeneraciones radicales o reformadoras, de derechas o izquierdas. Como si estuvieran en el tablado de un teatro, esas alternancias se presentaron contra las castas anteriores entogadas en la corrupción y la desigualdad, y se envolvieron en un impermeable ético desbancador. A diferencia del personaje delator de Erri De Luca, muy pronto abandonaron los principios para jugar en la supervivencia de lo existente.
Un joven alemán que lanza unas piedras contra la policía en un deshaucio en Alemania, España o Italia puede llegar a ser miembro del consejo de la OTAN. Un joven de una agrupación estudiantil radical en Chile, Bolivia o Perú puede llegar a ser asesor de los servicios secretos antisubversivos. En la sima del barranco la dignidad y la traición juegan a diario a no caer al vacío.
El libro de Erri de Luca aparece en un momento muy delicado. Reformadores de todas las tendencias, jueces y académicos sostienen a duras penas los pilares de las democracias y sus estados roídos por la era de los post valores, la post verdad y la vida administrada. La deserción política dio paso al cinismo político en las últimas décadas. En los últimos años se ha perfeccionado en los corsés populistas que han surgido por el mundo. Parece como si el aire político estuviera copado por una insoportable pesadez mercantil y espectacular.
¿Dónde se haya la frontera de la disidencia y cuales son sus horizontes? En nuestros tiempos de una u otra manera, dialogamos como lo hacen el protagonista de la novelita de Erri de Luca y el juez. Caminamos al borde del risco entre la traición a la propia conciencia y la de vivir en un mundo sin conciencia