• FLASH
  • REPORTAJES
  • TROTAMUNDOS
  • MIRADAS
    • a las letras
    • al cómic
    • al cine
    • al documental
  • EXPERIENCIAS
  • BARATARIA
  • Último libro de Ahoztar Zelaieta
  • INVESTIGACION
Revista Hincapie
Menu
  • FLASH
  • REPORTAJES
  • TROTAMUNDOS
  • MIRADAS
    • a las letras
    • al cómic
    • al cine
    • al documental
  • EXPERIENCIAS
  • BARATARIA
  • Último libro de Ahoztar Zelaieta
  • INVESTIGACION
 › Barataria › En carrusel › Elecciones y vida administrada

Elecciones y vida administrada

César Valdés 7 noviembre, 2019     Comment Closed    


Decía Theodor Adorno que los enemigos jurados de las instituciones exigen que se institucionalice esto o aquello. Las elecciones en España confirman esta paradoja. Y la elevan sobre las mesetas y las cumbres de la península, sobre las capas tectónicas y lacónicas del avispero que hoy es España. Jamás hubo en España mayor institucionalización como hoy. Del pensamiento, de la alternativa, incluso de los más abolengos valores nacionales.

El show televisivo de los candidatos vino a ser un fruto abierto de pulpa añeja. Cuando la sumisión está tan arraigada, usa la forma de la rebelión para afirmar su renuncia. El candidato de la rebelión ofrecía al de la tediosa continuidad gobernante un apoyo de estabilidad compartida. Los candidatos de la tediosa españolidad rezumante competían en fragancias y castigos sumarios a los traidores a la patria desde principios del siglo pasado. Pero por un azar del tiempo y el espacio concreto, todos eran la gestión marionetera de la total crisis.

España vive un espasmo moderno. La ciclogénesis de la realidad embriaga a sus víctimas en un pesimismo vestido de realidad. Al menos una vez al día los nuevos sufrientes de la clase media que trabaja en pareja cien horas semanales, piensa que habría que desalambrar. Al menos una vez al día sufrientes partícipes de cuello blanco maldicen su deterioro. Se trata de una conciencia pusilánime, pero crecientemente definida. A cada cual se le administra la vida en función de una productividad cada vez menos correspondiente con su extenuante esfuerzo, como si el sistema de reciprocidad estuviera con permanente diálisis. El común de la gente le roba horas al día produciendo, sobrevive a la ley herrumbrosa de los mercados, descansa consumiendo productos de ocio o políticos de temporada.

España se levanta absorta en un espejismo de progreso que como un sol crepitante ilumina de colores tenues cada rincón de la geografía. España se levanta con lo que queda del progreso del día anterior. Millones de camareros, asistentes, jubilados, transportistas levantan la persiana del país. Millones de obreros industriales, autónomos hacen cola en las oficinas de empleo. Cientos de millares de funcionarios, académicos, policías y formadores de opinión mantienen la corrección del pensamiento. Banqueros y un puñado de miles de miembros de las élites madrugan antes que nadie organizando que la cadena de producción vital cambie de modo organizado a los tiempos del progreso en el que el común de la gente cree como en el sol y la luna que se ponen todos los días.

Los ritmos cambiantes de ese abrupto progreso requieren también ciclos de renovación. La democracia en España vivió por tanto la irrupción de partidos renovadores hace cinco años escasos. No fueron alternativas sino piezas de recambio para un engranaje con sus bielas y dientes de sierra rotos o constreñidos.

Un diagnóstico lúcido que pocos tendrán la oportunidad de percibir lo dio hace ocho, 8, años el colectivo Cul de Sac en su agudo análisis sobre el 15M español y que se condenso en el librito 15M. Obedecer bajo la forma de la rebelón:

“los límites al desarrollo de nuestro modo de vida siguen sin plantearse abiertamente, entretenidos como estamos en el juego de escaños que ahora se escenifica con una abierta obscenidad y una sobreinterpretación bochornosa. Y el caso es que aquellos límites en muchos casos ya han sido rebasados, lo que ha supuesto la destrucción de condiciones de vida muy difícilmente recuperables en el curso de varias generaciones. Las raíces de la degradación social son profundas, y ninguna revolución política (sea reformista, populista de izquierdas, neoliberal, socialdemócrata o cualquier otra) está en condiciones siquiera de entenderlas mientras no se desembarace del mito del progreso y el desarrollo económico. Los argumentos son conocidos, los hechos están a la vista de todos, pero bajo determinadas condiciones señalar lo evidente se convierte en la tarea más importante”.

Barataria En carrusel
españa

 Entrada anterior

Cristina Morales, premio nacional de narrativa

― 28 octubre, 2019

Entrada siguiente 

Suecia retira las acusaciones contra Assange

― 21 noviembre, 2019

Autor: César Valdés

Artículos relacionados

Iñigo Elortegi ― 6 agosto, 2020 | Comment Closed

El otoño del patriarca

De todas las anomalías en estos días de virus bamboleantes, hay una que se ha convertido en regla, al menos

Txefe Martinez Aristín ― 27 junio, 2020 | Comment Closed

Franquismo, Sociedad Anónima

Iñigo Elortegi ― 30 septiembre, 2019 | Comment Closed

La política arrasada por el fuego amigo

Revista Hincapié ― 11 marzo, 2019 | Comment Closed

El show entre Podemos e Izquierda Unida en España

Iñigo Elortegi ― 19 septiembre, 2018 | Comment Closed

Aznar en una sala de hienas

Iñigo Elortegi ― 4 agosto, 2017 | No Comment

Dos jueces «sui géneris» archivan las denuncias al PP en Cantabria

Hervé Oui ― 11 mayo, 2017 | Comment Closed

Los oficiales secretos serán siendo…secretos.

Nuria Bezana ― 4 mayo, 2017 | Comment Closed

Los últimos maquis de la modernidad

Búsqueda

Hemeroteca

Temática

Temática

Anything in here will be replaced on browsers that support the canvas element

  • Corrupción
  • españa
  • politica
  • USA
  • literatura
  • periodismo
  • europa
  • libertades
  • democracia
  • Economía
  • Revolución
  • poesía
  • EEUU
  • euskadi
  • Viajes
  • Policía
  • desarrollo
  • crisis
  • movimiento 15M
  • arte
  • Comic
  • elecciones
  • Sociedad
  • expresión
  • Oriente
  • cultura
  • Africa
  • banca
  • libertad de expresion
  • Israel

Autores y colaboradores

  • Alberto Muro RSS feed
  • Anónima Veneciana RSS feed
  • Bruto Pomeroy RSS feed
  • César Valdés RSS feed
  • Eloy Iglesias RSS feed
  • Elsa Volga RSS feed
  • German Garcia de Gurtubay RSS feed
  • Hervé Oui RSS feed
  • Iñigo Elortegi RSS feed
  • Juanma Agulles RSS feed
  • Nuria Bezana RSS feed
  • Patxi Ametzaga RSS feed
  • Rafael Narbona RSS feed
  • Revista Hincapié RSS feed
  • Salvador Cobo RSS feed
  • Sergi Ramis RSS feed
  • Tomas Anjel Gonzalez RSS feed
  • Touda Touda RSS feed
  • Txefe Martinez Aristín RSS feed
  • Valentine Badiu RSS feed

Lo más comentado

1
Podemos, el 15M al poder

― 31 mayo, 2014 | 29 comentarios

2
Cae un comando de políticos

― 27 octubre, 2014 | 28 comentarios

3
En la Villa de Martín Villa

― 18 noviembre, 2014 | 18 comentarios

4
Borbón SA: Así se hace negocio, Urdangarin mediante

― 12 agosto, 2014 | 14 comentarios

5
Gure Esku Dago, Castells y Fútbol Imperial

― 14 junio, 2014 | 10 comentarios

Qué es Hincapié

Conectados con el mundo

RSS What’s up with Truth Dig

  • Imagining A New World on the Other Side of the Pandemic 20 marzo, 2020 By Truthdig
  • Senator Dumped Up to $1.7 Million of Stock After Reassuring Public About Coronavirus Preparedness 20 marzo, 2020 By Robert Faturechi and Derek Willis / ProPublica
  • If Trump Declares Martial Law Due to Coronavirus, Can He Suspend the Election? 20 marzo, 2020 By Martina Moneke / Truthdig
Colabora con nosotros

.

RSS News from Center for Investigative Reporting

Amigos de Hincapié

.

RSS Le dernier de Bakchich

Aviso legal

.

RSS Un Espía en el Congreso

  • 5 muertos de Gürtel y el jefe de prensa de Arenas 23 noviembre, 2016
  • Nuevas elecciones: 20 español@s y un funeral 10 abril, 2016
  • Galán y el fútbol modesto: “stop desahucios deportivos” 8 abril, 2016
Copyleft © 2016 — Revista Hincapie. Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.