¿Es tan difícil hablar de periodismo?

Al periodista Martín Caparrós le habían invitado a uno de esas mesas redondas durante el cuarto Congreso de Periodismo Cultural, organizado por la Fundación Santillana en el Centro Botín de Santander, España. Ante tanta disertación sobre cifras, mercados, preguntó: ¿Es tan difícil hablar de periodismo? Caparrós fue catalogado de «ingenuo» Lo relata Vivian Murcia G en una vívida entrevista. «Lo curioso es que los que suelen tildarme de ‘ingenuo’ por estas cosas son los que trabajan en organizaciones periodísticas turbias, que hacen muchos negocios y compromisos con dineros muy confusos, tan confusos como este encuentro que se convoca aquí en el Centro Botín, el apellido de la familia dueña del Banco Santander, qué más confuso que eso. A mí me hace gracia, pienso ¿qué es lo contrario de ingenuo?, es decir, ¿en dónde se pone aquel que puede tildar a alguien de ingenuo? y, supongo, que lo opuesto, en este caso, de la ingenuidad es el cinismo, es aquel que cree cómo son las cosas en la realidad y se adapta a esas cosas. Para mí lo que vale la pena hacer con la realidad es nunca adaptarse a ella».

Lo cierto es que es difícil leer periodismo. El debate es tan pellejo como viejo. El periodismo que se hace en las grandes cabeceras de casi todo el mundo está terriblemente condicionado por los clics favorables en lasd redes sociales. Los artículos se hacen en función de los trending topics del momento o del día. Y esto con ser luctuoso no es lo más fúnebre del periodismo. Martín Caparrós desgrana en Lacrónica los sucesivos harakiris que la prensa escrita ha hecho al periodismo. Aquella cree que el cambio del negocio con la llegada de las nuevas tecnologías explica la crisis total de la prensa escrita. Caparrós centra la mirada en comprobar cómo la prensa ha abandonado el buen periodismo y la lectura con mesura – el reportaje, la crónica – al convertir los periódicos en réplicas de webs sin apenas textos que leer. Un medio para lectores huye de los propios lectores. Luego vienen todas las demás crisis: propiedad cautiva de los medios, conglomerados oligopolistas endeudados…

Así que lo cierto, lo tangible, es que el periodismo se ha exiliado en el archipiélago de editoriales independientes y algunas webs digitales. Algunas de las primeras llenarán en Barcelona la feria de ideas y libros radicales, Literal, del 11 al 13 de mayo. Entre algunas de las segundas destacan ‘El Faro’ de El Salvador, ‘La Silla Vacía‘ en Colombia, ‘Anfibia‘ en Argentina. En España, la revista 5W . En Gran Bretaña, Delayed Gratfication; en Francia, la revista XXI.

¿Es tan difícil hablar de periodismo?