
A la doblez no se la puede domeñar con gomina. Los políticos, tanto el redentor como el cuartelero, padecen del mismo síndrome del rictus: su sonrisa y el rostro nunca están en el mismo sitio y al mismo tiempo. La realidad, tan redundante de comunicación accidental, impostura conceptos y fantasmas. Corrupciones, bandos, grisáceos cortesanos, oscuros mandatarios. Se publican en Galaxia Gutenberg ahora los relatos de Luis Martín-Santos, autor de Tiempo de silencio que creó a principios de los años sesenta el bajorrealismo. La realidad no lleva en sí otras realidades elementales, sino que está constituida por estas, quantums de realidad. Esos quantums hasta ahora han sido tomados como superfluos o accesorios – el realismo – pero para Martín Santos son la revelación narrativa. El bajorrealismo de Martín-Santos es el hecho instantáneo que aparece bajo la realidad fluyente, lo primario y esencial, lo más profundo. Por eso la lectura de Narrativa breve viene a recuperar la inmensa actualidad de la prosa de Martín Santos. La mirada no se dirige al dedo de la actualidad sino a las diferentes lunas de la realidad, llenas de quantums. El escritor es un desvelador, narrador a través del microscopio del lenguaje, observador de un existencialismo, que también es el del lector, en forma de nube interior.
La tarea de la editorial Galaxia Gutenberg de recuperar toda la obra de Luis Martín-Santos merece ser reconocida y correspondida. La reedición de su novela inconclusa Tiempo de destrucción hace un par de años permite descubrir que la voz propia del autor estaba hallando, poco antes de morir en 1963, aún nuevos senderos estéticos afianzando las mismas huellas éticas de su obra anterior. Parte de esa obra es la que se aúna en este primer tomo, Narrativa breve, de su obra completa que ahora publica galaxia Gutenberg.
Coetáneo de Ignacio Aldecoa y Carmen Martín Gaite, Rafel Ferlosio, Carmen Laforet, entre otros muchos, comparte con todos ellos un topos de compromiso. Su inquietud investigadora en la psiquiatría confiere a su obra una aportación literaria de especial particularidad. Ejemplo de ello es el conjunto de relatos que a cuatro manos escribió con Juan Benet, El amanecer podrido, incluido en este tomo.
La crítica literaria ha encasillado a los realistas de finales de los 50 en España. Los ha encapsulado deliberada e injustamente en el tiempo en que escribieron. La novela Gran Sol de Aldecoa está sucediendo ahora en los mismos lugares pero con personajes diferentes. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con El cuarto de atrás de Carmen Martín Gaite. También con Luis Martín-Santos.
Hay un desarrollado halo de mirada subversiva en todos ellos. Atemporal. Que llega a nuestro tiempo, intacta. Y muy semejante a la que vivimos en estos tiempos; si antes la dictadura cotidiana la imponía un ambiente cuartelero, ahora lo hace una comunicación lacerante en un régimen de bandolerismos. Por eso la lectura de Luis Martín-Santos es liberadora.
Narrativa breve. Luis Martín-Santos. Galaxia Gutenberg, 2024. 381 páginas. 24 euros.