La marcha por la unidad de España que convocó la derecha española en Madrid resultó ser un fiasco. Después de que PP, Ciudadanos y Vox hubieran obtenido hace escasos dos meses 1.805.000 votos en las elecciones autonómicas de Andalucía, la concentración a la que habían llamado en Madrid el domingo 10 de febrero apenas congregó a más de 50.000 personas.
¿Pinchazo? ¿burbuja nacionalista en España? Lo cierto es que la manifestación por la unidad de España estaba convocada en la antesala del juicio a los presos independentistas que promovieron en Catalunya una consulta el 1 de octubre de 2017 y la declaración de independencia el 27 de ese mismo mes. Ambos partidos habían fletado autobuses gratuitos desde los más diversos lugares de España. Además de la poca asistencia, no faltó la picaresca. Uno de los autobuses fletado por el Partido Popular de Cadiz sirvió para que aficionados del Cadiz C.F asistieran ciertamente a Madrid, pero a la localidad de Alcorcón donde jugaba su equipo.
La izquierda celebra la inesperada asistencia. Los sociólogos comienzan a vislumbrar que existe una diferencia entre votante y elector en la derecha, y sobre todo en Vox.
En los noticieros y medios de Madrid se da por descartado que los imputados catalanes, presos desde noviembre de 2017, serán condenados por rebelión o sedición. El clima en la capital de España es tan bizarro que hasta los medios más liberales dan por sentado que el juicio abierto por el Tribunal Supremo tiene un trasfondo de tramoya política.
De mientras el equilibrio del gobierno de Pedro Sánchez sigue siendo una ilusión. Carece de apoyos para sacar los presupuestos – los votos de los catalanes son indispensables, además de que gracias a ellos consiguió la moción de censura que le aupó al poder -. El avance de la derecha ha provocado que Sánchez escenifique una ruptura en el diálogo que había iniciado en las últimas semanas para tender la mano de trasferencias a Cataluña a cambio del apoyo a los presupuestos. Intento fallido. El ciclo catalán parece seguir su curso, sean o no los diez presos catalanes condenados.