La Dirección General de la Policía solicitó hace tres semanas un mandamiento judicial dirigido a la compañía InterActiveCorp, con domicilio en 555 West 18th Street de Nueva York (Estados Unidos) para que identifique la dirección IP desde la que se subió a internet un singular vídeo, según desvela Diagonal. La pista que sigue la audaz Brigada de Información es el vídeo colgado el 10 de abril en el portal Vimeo, el Primer Comunicado de la Célula Armada de Putas Histéricas. Las integrantes del reivindicativo grupo recogían el testigo del Comando Okupa Armado de Paciencia, hecho público hace más de 3 años.
Según se lee en la diligencia policial, el 23 de Abril, a las 9:30 de la mañana, en las postrimerías de la feria sevillana del mismo mes, agentes adscritos a la Brigada de Información visualizaron ojopláticos el vídeo para analizar en profundidad su contenido e implicaciones. Los agentes, avizores, destacan en su informe con toda la solemnidad: “sus autores son los mismos protagonistas de hechos que (…) constituyen auténticos delitos, algunos de extrema gravedad como el incendio del templo de Santa Marina«.
El razonamiento policial no está exento de lógica, pero quizá se quede corto. Las integrantes del CAPH anunciaban “el fin de nuestra tregua” y reivindicaban “todas y cada una de las acciones realizadas en Sevilla durante las últimas semanas”. En buena lógica ese «todas y cada una de las acciones» de las últimas semanas. al no especificar el sujeto, pudieran incluir el calor y humedad inusuales en la capital sevillana, o los reiterados en el saneamiento de varias comisarias policiales. Las activistas histéricas seguraban ser “violentas, violentamente feministas, organizadas y empoderadas. ¡Y locas e insumisas, coño!”. Declaraban también que “la represión siempre ha caído sobre nosotras. Ya no nos ahuyenta, nos pone cachondas”.