Fue un 3 de Febrero de 2010. Al presentarse a comprobar lo que unos vecinos decían estar padeciendo, los dos agentes de la Ertzaintza experimentaron algo que no olvidarán en mucho tiempo. De la mastodóntica refinería de Petronor en Muskiz, Bizkaia, emanaba un hedor a benceno que llegaba al ahogo. Los agentes se sintieron mareados