Frente a la flor llamada yugado, «flor de luna», que abre sus pétalos al final del día, Basho se queda fascinado toda la tarde. Lágrimas rojas sobre las azaleas. El cuco triste. Voz de los juncos cantando como el viento de boca en boca. Mis ojos brillan de tanto contemplarte, flor de cerezo. Matsuo Basho