En medio de un espeso humo, resuenan las balas de goma que los policías disparan desde los tejados. La muchedumbre se mueve con la lenta calma de las tinieblas. Ataviados con cascos, improvisados chalecos acolchados para repeler las balas de goma y las de verdad, enfundados en mascarillas contra el gas infernal, se mueven como