¿Puede un país tener menos trabajadores trabajando y menos parados al mismo tiempo? En la mariana España, sí, se puede. Según los últimos datos del propio gobierno, el paro baja y el empleo también. Dos únicas explicaciones ibéricas: hay un plan secrérrimo para bajar la población española; o la gente se marcha de España. En el primer caso, para conseguir las correctas cifras, las cárceles recogen amablemente el deficit estadístico. Con previsión redactó el gobierno la ley mordaza a la que seguirá la ley mostaza. En el caso de la huída al rudo extranjero ¿a donde? ¿la yihad? ¿La vendimia en Kuala Lampur? ¿a la de la fresa en Siberia? El gobierno guarda un silencio sepulcral. Puede que sea su secreto para superar a PSOE y Podemos. Así que el gobierno ha puesto a pensar a sus cerebros grises. El efecto camaleón ha cundidoen los fontaneros de la Moncloa liderados por el ceroso Moragas: si Podemos puede girar al centro, Rajoy puede emprender el viaje a la Itaca del extrarradio progre. De ahí que, por patria potagia, el empleo suba y el desempleo también. ¿hay algo más democrático?